- Cariño, tengo algo que decirte.
- Dime...
- Pero antes, necesito que me prometas que vas a escuchar hasta el final y lo vas a intentar.
- Ay dios...¿es algo malo?
- Bueno, ¿lo prometes?
- Está bien, dime.
- Tu padre quiere pasar tempo contigo, pasará por ti después de la escuela.
- No quiero, estaré con Scar.
- Es tu padre hija, no puedes simplemente alejarte de el por siempre, el te quiere y le duele que no lo quieras ver.
- Eso a mí no me importa, dejó de ser mi padre el día que decidió irse con esa...-
- Shh, no hables de esa forma, no debes ser así, para bien o para mal, es tu padre y tiene derecho a verte, cuando eras pequeña lo adorabas, ¿Cómo es que ahora no quieres ni verlo?
- Las cosas cambian mamá, lo que hizo fue una traición que nunca podré perdonar.
- Debes aprender que en la vida son cosas que pasan, por favor, solo dale la oportunidad, verás que aunque cometió un error no es una mala persona, mira...- mientras hablaba, sacó una cajita envuelta de su bolso,- el te mandó esto porque la última vez no quisiste salir con el, te lo quería dar ese día pero bueno, ya sabes.
Dejó la caja sobre la mesa, tenía un envoltorio morado y un listón azul, sin duda era algo hermoso ante mis ojos, pero mi orgullo era mayor.
- Mañana ve a comer con el, conversen, y dile las cosas que te molestan, tal vez así mejore su relación, odio verte siempre molesta con este tema, sabes que los dos te amamos mucho.
- Está bien, iré pero no te prometo nada, y no es que no lo quiera, simplemente me siento incómoda sabiendo que en algún momento prefirió a alguien más y no a nosotras.
- Eso ya pasó, tu padre y yo éramos muy jóvenes cuando lo nuestro sucedió, íbamos muy rápido y las cosas así no funcionan, algún iba a terminar y los dos lo sabíamos, así que lo mejor que puedes hacer viendo esto es no cometer nuestros errores y aprende a perdonar, eres muy pequeña para cargar con rencor.
~~
Después de esa charla con mi madre fui a clases, las cosas seguían tensas con James, casi no me hablaba y me trataba de evitar, eso hizo que me doliera el corazón, Scar estaba siempre a mi lado y preguntó qué había pasado con el, no supe explicarme así que simplemente le dije que habíamos discutido por pequeñeces, no opinó mucho pero trató de hablar con el, quien simplemente le dio la vuelta y salió de la escuela, tal vez esta amistad se estaba desmoronando y yo no podría hacer más que ver como aquella persona que me gusta se mata a sí mismo y con ello me tortura un poco más a mí.
No me había topado en todo el día al profesor, al parecer no había asistido aquel día, por lo que se podría decir que anduve por la vida despreocupada sintiéndome segura, o al menos así hubiera querido que fuera, ya que esa extraña sensación de ser observada era persistente desde hacía unas semanas, me mantenía tranquila ya que no solía ir acompañada y no frecuento lugares solitarios, no sé si siempre fui así o es un tipo de instinto que el miedo me provoca.
Un par de horas encerrada en algunos salones y mi libertad llegaría, James seguía sin hablarme aunque cruzamos miradas tristes en algún momento, Scar me trataba de integrar con otros grupos de amigos y hoy no había sido excepción, aunque también respetaba que me sentía de luto por mi amistad con James y como habíamos dejado de hablar de pronto...aunque no eran momentos tan fuertes sentí como poco a poco mi vida se pintaba de gris y no estaba haciendo mucho por evitarlo.
Al salir del edificio pude divisar a lo lejos el auto de mi padre, estaba en el asiento del conductor tratando de localizarme con la mirada, noté que detuvo sus ojos fijos en un punto cerca de uno de los árboles más grandes de la entrada, no le presté mucha atención hasta que se dio cuenta de mi presencia y comenzó a conducir lento en mi dirección con una sonrisa avergonzada pero cálida.
- Hola princesa, ¿Cómo estuvo tu día?
- Hola, todo bien.
Mi niña interna se sentía mal por tratarlo así, ¿Cómo había llegado al punto de hablarle así a mi papá? Si yo lo quería tanto...
- ¿Enserio? Mira, antes de que me olvide, te compré un dulce...
- No me gustan las cosas dulces.
- Lo sé, pero mira, son los que te gustaban antes, decías que te gustaba que fueran ácidas y sabor sandía.
- Gracias, sí, siguen siendo de mis favoritas.
- Me alegra saber eso, aunque siempre lo niegues, yo te quiero mucho y nunca dejaré de hacerlo, por eso quisiera que me tuvieras más confianza para contarme de tu día y las cosas que suceden, si necesitas ayuda o estas teniendo problemas con alguien, por favor ten la confianza de decírmelo, como tu padre me preocupo por ti.
- ¿Crees que tengo problemas? ¿No se nota que desde que te fuiste estoy bastante bien?
- Hija...no lo dije en ese sentido, creo que ya eres lo suficientemente madura como para saber que lo que pasó fue una decisión entre tu mamá y yo en la que ambos estuvimos de acuerdo, en verdad trato de ser comprensivo contigo pero no me dejas ser parte de tu vida ni un poquito, no entiendo cuando fue que cambiaste tanto, de pequeña te encantaba platicar conmigo sobre lo que te gustaba, ahora no me respondes las llamadas.
Todo esto se estaba volviendo una situación muy complicada para mí, eran demasiadas cosas las que estaban atormentando mi cabeza y estaba a punto de llegar a mi limite,
- ¿En verdad esperabas que es no me afectara?
Sin querer y sin darme cuenta, mi voz había sonado quebrada, y mis ojos comenzaron a ver a través de agua, no quería llorar frente a el, mi orgullo no quería, pero todo mi ser estaba cansado de aguantar todo lo que últimamente me estaba pasando, y esta situación no me ayudaba mucho.
- Princesa, tu sabes que las cosas así no podían continuar, no era sano para nosotros, y necesito que entiendas que yo no te abandoné ni reemplacé por nadie.
- Si lo que quieres es que te conteste los mensajes lo haré, solo llévame a mi casa, ya no quiero hablar de esto.
- No puedes huir de esto, tenemos que hablar, y me temo que si no lo hablamos ahorita no me dejarás hacerlo después.
- No hay nada de que hablar.
- Te lo diré, fue un acuerdo entre tu madre y yo porque ya no queríamos estar en esa relación.
- ¿Qué?
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La Perdición En Mí Mirada
Mystery / Thriller"Creí que las notas eran bromas que algún gracioso me jugaba....gran error pensar eso" Cuando estas entre las cuatro paredes de un salón de clases el poderoso es el profesor, ¿cierto? Cuando el profesor de literatura conoce a Sheyla se sorprende de...