LA CHICA MISTERIOSA ( Harry Potter )

La bienvenida

Sexto Año; todos los alumnos se encontraban en el gran comedor de Hogwarts.
Hoy era un día especial ya que cuatro estudiantes, uno de cada casa, habían sido elegidos para ser intercambiados por otro estudiante de un lejano colegio de magia.

Mientras tanto en la mesa de Gryffindor varias dudas recorrían las mentes de nuestros protagonistas.

—Tengo una mala sensación. ¿No os preocupa que un desconocido se instale en nuestras habitaciones? —decía Hermione con la voz ahogada.

—No te preocupes, no creo que los profesores dejen entrar a cualquiera en la escuela —intervenía Harry.

—Harry lleva razón.
Hermione te preocupas por todo, pareces mi madre, relájate un poco. —decía Ron.

—Es que tu no te preocupas por nada —pronunciaba Hermione con rabia y con varios gestos que delataban su enfado.

Hermione se levantó enfurecida y se fue corriendo hacia el baño

—Siempre hace lo mismo, digo algo se enfada y se va corriendo al baño.
Incluso en nuestro primer año lo hizo, cuando solo teníamos once años ¿te acuerdas? —preguntaba Ron.

Harry sonrió siendo esa su afirmación

En ese mismo momento Dumbledore comenzó a hablar y el gran comedor se sumergió en un gran silencio.

—Hoy estamos aquí reunidos para darles la bienvenida a nuestros cuatro nuevos estudiantes. Se quedarán durante todo el primer trimestre, cada uno de ellos serán destinados a cada una de las casas hasta que termine el intercambio, para ello pasarán por el sombrero.

Los nuevos estudiantes algo nerviosos pasaron por el sombrero, siendo seleccionados para una casa.

Después de los tres estudiantes, era el turno de Ananda.

—Tienes valor, pero también demasiado poder, estoy dudando, quizás te sitúe en  Slytherin o en Gryffindor... Si, ya sé, te pondré en Gryffindor —decía el sombrero seleccionador.

Después de esto, los chicos pasaron a que la profesora McGonagall les diera sus materiales.
Cuando llegó el turno de Ananda, la señorita McGonagall la vio algo pálida y no dudó en preguntarle lo que le ocurría.

—Querida Ananda ¿le pasa algo?

Ananda con los ojos enrojecidos y sus labios temblando le contestó a su nueva profesora:

—Le voy a ser sincera. Yo no quería venir al intercambio, siento que algo va a ir mal.

—Tranquílicese, eso serán los nervios, adéntrese con el prefecto de Gryffindor y descanse en su habitación.

Ananda con sus pertenencias en ambas manos, obedeció a Minerva y siguió al prefecto.

Una vez que subió y se dirigió al salón, sus compañeros la rodearon haciéndole muchas preguntas durante bastante tiempo. Ananda estaba un poco agobiada pero por suerte, su salvación entró por la puerta.

—¡Pero Bueno! ¿No veis que está cansada? Le tenéis que dar espacio, ven te enseñaré tu cama —decía Hermione haciéndose hueco entre sus compañeros.

Cuando se alejaron de la multitud, empezaron a conversar.

—Oye, gracias. Por cierto, soy Ananda pero me puedes llamar Ana.

—Yo soy Hermione, no me habrás visto en el gran comedor porque me encontraba un poco mal, no es propio de mi faltar a nada de la escuela.

Se dirigían a la cama cuando de repente Ananda vio a dos chicos sentados en una litera y se acercó sin pensárselo dos veces.

—Hola, soy Ananda, no os vi en la sala común y me gustaría conoceros.

—Hola, yo soy Harry.

—Eh... Yo...Yo... —Ron balbuceaba mientras que se quedaba boquiabierto.