LA CHICA MISTERIOSA ( Harry Potter )

La Noche Y El Beso

Las chicas se miraron entre si algo confundidas sin saber que responder.

Mientras tanto, Molly insistía en saber que estaba pasando.

—¿Qué se supone que estáis haciendo? —decía frunciendo el ceño.

— Es para...un trabajo de clase.

Molly entrecerró sus ojos algo extrañada pero a los segundos le dejó de dar importancia y se centró en lo importante.

— Esta bien... Solo venia a deciros que os fuerais para la cama. Es tarde, mañana lunes y tenéis que volver a Hogwarts.

—Si mamá, ahora mismo vamos.

Molly sonrió y tras esto cerró la puerta.
Las chicas suspiraron aliviadas mientras que guardaban los libros y se disponían a dormir.

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Ananda durante la noche tuvo una de sus catástroficas pesadillas.
Se despertó algo aturdida con dolor de cabeza y como no agarraba el sueño decidió levantarse en plena madrugada para despejarse un poco.

Se dirigió al pasillo donde se ubicaba una silla junto a una gran ventana. Allí se sentó y se paró a contemplar la luz de la luna mientras que pasaban los minutos.

Derrepente Ron la vió, debido a que se levantó hacia el baño que se situaba al lado de este pasillo.

—¿Que haces aquí...?—decia mientras se frotaba el ojo.

—No puedo dormir por mis pesadillas...

—Te entiendo... Yo cuando sueño con arañas no duermo en toda la noche restante. Esos bichos me quitan el sueño...

Ananda le sonrió aliviada.

—¿Que sueles soñar tú...?—Preguntaba mientras se sentaba en el suelo, junto a ella.

—Con dementores.

Ron hizo una pausa mientras que su rostro se abrió debido a la gran impresión que le causo tal respuesta.
Pero...no quiso intervenir en ese tema para que Ananda no se pusiera peor...por ello decidió hablar de otra cosa para animarla.

—¿Sabes...? Siempre me has parecido muy misteriosa. Y no lo digo por tus poderes, si no por tu forma de ser. Eres diferente a las demás....

Ananda le miró de reojo intentando no aparentar los nervios que le consumían por dentro.

— Quizás por eso me enamoré de ti.—tras esto Ron se llevó la mano a su boca para taparla de inmediato. Su torpeza le causó decir algo que pensaba pero que en ninguna circunstancia quería que saliera a la luz.

—¿Has dicho lo que creo que has dicho? —dijo riéndose sonrojada.

—Si lo he dicho, pero en mi defensa debo decir que no quería... Decirlo.—decia balbuceando.

Ananda se río y tras esto se levantó de la silla y le regaló un beso a Ron en su mejilla.

— Gracias por todo Ron. Gracias por ser como eres.

Dicho esto Ananda se fué hacia la habitación dejando a Ron allí en la ventana.
Su corazón latía a mil por hora mientras que sus mejillas ardían como nunca. Jugaba con sus manos y de vez en cuando se acomodaba el pelo hacia atrás. Se quedó mirando a la luna mientras que se preguntaba...

¿Será ella la indicada...?