LA CHICA MISTERIOSA ( Harry Potter )

Ananda poseida

Draco negó con su cabeza atemorizado por su furioso padre.

—Bien, pues quiero que enamores a esa niña, y no hay nada más que decir.

La familia Malfoy se fue a su casa sin dejar ni una palabra por el camino, mientras tanto en Gryffindor....

Ananda cabreada hacia sus maletas dispuesta a irse del colegio.
Cuando estaba apunto de cerrarlas se percató de que algo le faltaba en el equipaje. Revisó de nuevo todo pero aún no caía en lo que era, hasta que miró en la cama de su compañera y observó unos libros que había junto la almohada.

—Joder —decia en su interior.

Uno de sus libros favoritos fue olvidado justo la semana pasada cuando leía en la biblioteca, por ello se dirigió de inmediato hacia las escaleras para bajar a ella.

Cuando entró a la biblioteca, justo al doblar aquella esquina, se encontró con Pansy y sus dos malvadas amigas.

—Mirad a quien tenemos aquí... -Decía Pansy riéndose con sus amigas

-¿Qué pasa niñata? ¿No ha venido nadie para defenderte ahora? -dijo con una sonrisa engreída.

—Pansy, no estoy de humor, dejame en paz —contestó Ananda cortante aunque segura de si misma.

Nuestra protagonista siguió hacia delante pero Pansy le puso un pie a propósito entre las piernas, de modo, que se tropezó y cayó en el suelo.

Pansy y sus amigas se empezaron a reír de manera exagerada par avergonzarla.

—Me vas a pagar por el castigo que me pusieron.

—Fuiste tú quién le robó el libro a Luna —contestó Ananda mirándola desde el suelo.

Pansy se río con una risa malvada.

—Si... Pero mira quién es la que  está chupando suelo.

Ananda sentía como el enfado le iba consumiendo el sentimiento de la vergüenza. Todo lo que era miedo, inseguridad y vergüenza se iba convirtiendo en enfado, ira y venganza.
Poco a poco sus iris iban aumentando de tal manera que le consumieron el ojo entero, y ese azul claro como el cielo pasó a ser un color negro y oscuro.

Despacio se levantó y se puso frente a Pansy, luego, sin ninguna explicación, comenzó a levitar, sus pelos empezaron a flotar y su ropa hacia lo mismo.

La gravedad dejó de existir durante unos segundos, sólo para Ananda.

Tras ver esto, Pansy y sus amigas se asustaron tanto que empezaron a correr hacia la puerta, pero Ananda levantó el brazo, abrió la palma de su mano y con esto fue suficiente para que se apagaran las luces y se cerrara la puerta sola.

Pansy se encontraba en el suelo junto a sus dos amigas, estaban tiradas, llorando, y a oscuras.

En ese momento desde la palma de la mano de Ananda, empezaron a salir dementores...

¡DEMENTORES POR TODAS PARTES!

Todos ellos seguían las ordenes de nuestra protagonista...
Obedecían al escuchar los pensamientos de Ananda.