Tu Obsesión, Mi Maldición

Capítulo Treinta y Siete: Pequeña Venganza.

*Narradora PO.V*

--¿Margaret?-- Preguntó el ya cansado y anciano David al ver la forma de una mujer frente a su cama en el asilo, y esta no lucía feliz en lo absoluto, más bien en su mirada se veía el odio y el rencor por todo lo que le hizo.
--Si, la misma a la que le hiciste tanta mierda-- Sonaba enojada, el ambiente se ponía frío y tenso, lo que a David le puso los pelos de punta ya que no creía antes en los fantasmas vengativos y tenía uno en frente que estaría dispuesta a hacerle sufrir.
--Sigues igual que esa noche-- Dijo David totalmente asombrado y asustado.
--La noche en la que intenté escapar por el bienestar de mi hijo, pero tú me arrastraste de vuelta y me asesinaste, y encima lavaste el cerebro de Axel mostrándole mi yo moribunda y desangrándome-- La voz de ella era seria, de repente ella empezó a caminar hacia él entonces se escuchaba el sonido de una cadena siendo arrastrada y finalmente se iba viendo más de su apariencia.
--Era parte de una tradición Margaret, además desde que te conocí me volvías loco totalmente-- Ella quedó frente a frente de "su esposo" del cual ya no le temía, más bien le ODIABA por arruinarla y no quería irse al cielo sin antes librar un poco su alma así que puso sus frías manos en el cuello de David, estrangulándolo.
--¡Suéltame mujer!-- Dijo con dificultad en su cama pero Margaret no cedería, y menos mientras tenía flashbacks de las golpizas tremendas, de cuando la secuestró, forzó a casarse, el maltrato por parte de su suegra, las violaciones y sus intentos e incluso el asesinato de su amado padre, entonces se le ocurrió preguntarle algo:
--¿Sabes cuántos minutos puede aguantar alguien sin respirar, David?-- Recordó cuando una vez la estranguló para golpearla hasta que Margaret se desmayó, tardó unos 10 o 13 minutos pero un humano podía resistir hasta los 22 minutos.
--Imbécil, 22 malditos minutos-- Todos en el asilo dormían, nadie estaba escuchando ni a David ni a Margaret, él era el único que la podía ver.
--Arruinaste mi maldita vida y envenenaste la mente de mi hijo, bastardo,  ojalá vayas al infierno junto con tu madre por todo lo que me han hecho-- Sus ojos muertos llenos de rabia y dolor mientras lo estrangulaba fue lo último que David vio antes de dejar de respirar para siempre.

--Papá...no...-- Axel estaba llorando porque lo habían llamado del asilo para avisarle de que su padre fue encontrado muerto esta mañana en su habitación en el asilo. 
--Ngh...¿Qué pasa?-- Se levantó Gretta con algo de dolor y con cuidado de no despertar a la bebé quién dormía profundamente.
--Mi padre...está muerto, las enfermeras me acabaron de llamar y me dicen que murió mientras dormía-- Gretta no lo quería enojar así que fingió empatía para consolarle a pesar de que no sentía empatía alguna por la muerte de otra persona que la maltrató tanto. Más bien sentía menos peso emocional encima. Por el resto de la semana ellos cuidaron de Jake y la bebé con quiénes Axel suavizaba su dolor por ese momento, hasta que encontró una antigua, pero demasiado antigua nota de Gretta en la que escribió que extrañaba a William dos  semanas después y debido a eso, le volvió a golpear hasta ver cómo ella quemaba la nota.

--Bien, ya quemaste la nota, ahora cariño, quiero que recuerdes que tú causaste esto-- Gretta ya se había curado de el parto anterior, pero la bebé estaba durmiendo y Jake estaba en el piso de arriba, entonces Axel vuelve a dirigirle la mirada vacía que tanto temía volver a ver.
--Tú eres quién me hace enojar y actuar así-- Tomó la barbilla de Gretta y la obligó a mirarlo.
--Y si no te comportas, puedo darte en dónde más te duele, y no hablo del ámbito físico-- Gretta le miró perpleja y horrorizada por sus palabras, pues su punto fuerte era su familia.
--No, no te atreverías...-- Sus muñecas volvieron a tener las esposas plateadas de antes mientras Axel sonreía con esa maldad psicópata que lo caracterizaba a veces.
--No, no hablo precisamente de nuestros hijos. Verás, sé que amas tanto a tu padre, para él siempre fuiste "la princesa" de la casa al igual que para tu mamá, también sé lo tanto que amas a tus hermanos menores y gemelos-- La sentó frente a él y le susurró al oído mientras Gretta volvía a estar muerta de miedo.
--No lo volveré a hacer pero por favor no los lastimes, te lo ruego-- En ese entonces ambos escucharon llorar a la bebé y fueron a verla en la habitación pero se aliviaron al ver que ella estaba bien, así que dedujeron que ella sólo tenía el pañal sucio o quería atención, por lo que una vez revisaron a la bebé, Gretta la cargó y Jake había bajado pero su madre se fue rápidamente a la habitación para que no la viera con tales moretones.
<Tengo que huir de este hogar> Pensó la pobre Gretta para sus adentros.
--Mamá, ¿qué te sucede?-- Gretta se voltea con la pequeña Lucy en brazos y ve a su pequeño hijo quién al ver ese moretón de mano abierta en la mejilla de su madre siente curiosidad.
--N-nada cariño, sólo me caí--  Respondió su madre, pero Jake, aunque no había oído nada al estar en la segunda planta del piso superior al sótano, es decir, dónde estaban todas las otras habitaciones antes usadas.
--Pero no te caíste con mi hermana ¿o si?-- Planteó Jake inocentemente mientras se acercaba a su madre.
--No cariño, me caí antes de sostenerla, ella no se lastimó, descuida-- Su madre le sonrió mientras dejaba a la bebé en la cama para disponerse a curarse.
--¿Me puedo acercar a ella?-- Señaló a la bebé y Gretta asintió.
--Si cariño pero con cuidado, ella es muy frágil y pequeñita, trátala con cariño-- Su hijo asintió y se subió con cuidado a su cama mientras su madre se curaba las heridas y sintió tanta ternura al ver a alguien tan adorable como lo era su hermana menor, quién había despertado y lo miraba con curiosidad mientras Jake la acariciaba suavemente. Axel iba a hablar pero se quedó tras la puerta viendo tan conmovido la escena que lo hizo olvidarse de la muerte de su padre por un momento.