Capítulo Treinta y Seis: Una Hermana.

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*Gretta Duke*

--¿Quién sabe? tal vez sea una niña-- Besó mi vientre varias veces y luego volvió a ponerse a mi altura y me dio un corto beso en mis labios.
--Suerte que nuestra familia es adinerada y que ya soy juez-- Habló feliz mientras ambos preparábamos algo de cenar para nosotros y nuestro hijo.
--Tú deberías de descansar, yo haré todo-- Yo acepté porque estaba sintiendo la clásica fatiga del embarazo, pero no sin antes tomar un poco de agua e irme a nuestra habitación  y me senté en la cama dónde estaba su ropa de trabajo acomodada y me acaricié un poco el vientre.
--perdón por tener que darte un padre y una vida así-- Miré hacia arriba mientras lo susurraba en voz baja para luego tomar un sorbo de agua y ajustar la temperatura de la habitación. Mi niño fue a verme a mi habitación con preocupación, y la verdad es un ángel para mi, a diferencia de su padre.
--¿Qué sucede mi amor?-- Él me abraza después de subirse a mi cama y yo beso su cabecita.
Luego caigo en cuenta de que quizás oyó que me sentía mal debido a mi embarazo reciente y a decir verdad...aunque no lo puedo decir... también me he estado sintiendo mal por la carga psicológica y emocional que llevo en mis hombros pero...si me suicido... probablemente Axel se desquite con mi hijo, y no quiero que le hagan ningún daño, él es mi luz en toda esta oscuridad abrumadora y desoladora.
--Mamá, ¡te amo!-- Oír que mi hijo me haya dicho eso con toda la inocencia y pureza de su pequeño cuerpo.
--Yo también, con toda mi alma mi pequeñín-- Más tarde cenamos y estuvo callada la cena, que fue algo de pasta que había quedado bien a decir verdad, luego terminamos, dormimos a mi hijo una vez que se bañó, luego me bañé yo, nos pusimos nuestros pijamas y a dormir, aunque a mi me ha costado dormir ya que no sé qué podría intentar Axel mientras duermo. Así desconfío de él, a ese nivel.
--Ven aquí amor-- Susurró abrazándome por detrás.
--¿Qué sucede? Estoy cansada Axel-- Refunfuño intentando dormirme.
--Sólo eres demasiado abrazable--  Esta no sería para nada la primera vez en hacerlo, oh no.
--Además, así nunca escaparás de mi-- Me susurró al oído para luego besar mi cachete por un segundo.
--Bueno, ya, está bien, buenas noches--  Ambos nos dispusimos a dormir, sin que él me soltara en ningún momento.

--¡Jake no hagas eso!-- Exclamé enojada al ver el desorden de agua de mi hijo quién me mira apenado en la bañera.
--Diculpa-- Termino de bañarlo y lo llevo a su cuarto para vestirlo, y me vuelvo a topar con la habitación de la puerta con cadenas.
--Me pregunto que habrá ahí-- susurro para mí misma pero lo ignoro y voy a la habitación a ayudar a Jake a vestirse. Ya más tarde dejé que jugara un poco en la sala con sus juguetes mientras yo le preparaba algo de fruta y para mi ya tengo otras cositas en la estufa.

--Mami-- Me llama mi hijo desde la sala.
--Dime mi pequeño--.
--Te amo--.
-- Yo también a ti--.

Uno días después fue el cumpleaños #2 de mi hijo y a decir verdad estuvo todo tranquilo con la diferencia de recibir algún que otro pellizco de Axel por hacer algo que a él no le parecía, como el ignorarle cuando empieza con su comportamiento obse...

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Uno días después fue el cumpleaños #2 de mi hijo y a decir verdad estuvo todo tranquilo con la diferencia de recibir algún que otro pellizco de Axel por hacer algo que a él no le parecía, como el ignorarle cuando empieza con su comportamiento obsesivo ya que al estar embarazada no me puede golpear directamente.

Tu Obsesión, Mi MaldiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora