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*Los personajes de esta historia no me pertenecen, solo es una idea que se me ocurrió y quise escribirla por diversión.

Mansión Wayne.

-¡Bienvenido a casa Little D!- decía Nightwing mientras disimuladamente procuraba guiar al menor a través de la entrada de la mansión.

-Tt, Ya te dije que puedo llegar solo a la puerta- bufó molesto el menor para luego dejarlo atrás.

-No hay lugar como el hogar ¿eh?- habló Raven quien caminaba a su lado.

-Muy graciosa- renegó ante su sarcasmo.

Bruce veía todo desde más atras, mientras miraba a su hijo cubrió su boca con la mano para reprimir una sonrisa, al recordar su comportamiento el día anterior.

Flashback

Desde el marco de la puerta vió como el menor se encontraba emulando poses de batalla con sus manos, las movía de forma fluida y precisa aunque no parecía prestar mucha atención a lo que hacía.

-Hola Damian- finalmente entró a la habitación, lo que hizo que el ojiverde detuviera su actividad.

-¿Hola?- con su mano derecha se rascó destrás de la oreja contraria en signo de confusión.

-¿Sabes quién soy?-

-Eso creo, un segundo- mordió levemente su labio, no podía ver sus ojos debido a los vendajes, pero las expresiones y muecas que hacía al hablar dejaban al descubierto los efectos de los sedantes.

-¿Eres mi conciencia?-

-¿Tu qué? No, Damian soy... -

-¿Estás seguro? Porque escucho una voz en mi cabeza todo el tiempo que me dice que no debo matar personas y suena igualito a ti-

-¿Ah si?

-Si, siempre con esa frase..."Juguetes, no vergüenza"- apenas terminó de decirla hizo una mueca de desagrado- Un momento,así no era ammmmm- colocó la mano en su mentón.

Sus palabras le sacaron una sonrisa al dueño de Empresas Wayne.

-¿Sabes? Un poco de ayuda no estaría mal- dijo al no ser capaz de recordar la frase.

-Justicia, no venganza- respondió divertido.

-¡Exacto! ¿Lo ves? Si eres mi conciencia- rió mientras lo decía -Aunque debo admitir que es irritante escuchar eso todo el tiempo, es más, muchas veces siento que te equivocas pero eres tan insistente que no tengo opción, es molesto-

-Me alegra oírlo-

-Si como no, ahora te escuchas como mi padre- levantó la cabeza como aquel que cae en cuanta de la realidad.

-Espera- silencio por unos segundos-¿eres mi padre, cierto?-

-¿Cómo te diste cuenta?- el mayor se divertía con el "descubrimiento" de su hijo. Nunca pensó verlo en una situación similar, y tenía que admitir que era bastante gracioso.

-Rayos, ¿por qué no me lo dijiste? Debo haber parecido un idiota-

-Para nada-

-Te diría que eres un padre terrible por burlarte de la condición de tu hijo ciego, pero estoy tan sedado que realmente no me importa. Supongo que es un alivio saber que no parezco un demente hablando solo-

Fin del Flashback

El resto del tiempo no hizo más que escuchar comentarios al azar del joven petirrojo; desde como no habría dicho tal idiotez de la conciencia si hubiera podido ver, hasta sus quejas sobre la comida del hospital argumentando que si la comida normal era insípida, no quería imaginarse la vegetariana. Además de múltiples peticiones de irse a casa de una vez.

Quizás... Un Regalo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora