Para esa noche, Logan tenía todo planeado: había acordado con Marge y Nikki que se irían con Jared e Ian al club a tomar algo, y mientras tanto, invitaría a Jessica a una sesión de cine romántica en la habitación de las chicas. La joven había salido a hacer unas compras de productos que necesitaba, como pasta de dientes y galletitas saladas, y de paso, iría a cenar. Logan aprovechó ese breve espacio de tiempo para prepararlo todo.
Encendió las luces de las lampatiras de mesa y las cubrió con unas sábanas de repuesto que las chicas le habían dado. Introdujo la tela por detrás del cabecero de la cama de matrimonio y sujetó la sábana a modo de dosel, pillando una esquina de la tela con la puerta del armario y la otra entre los cojines del sofá- cama en el que dormía Jessica. Jared le estaba ayudando con la televisión; se había descargado un programa pirata de Netflix y ahora disponían de todas las películas de la aplicación, lo que era perfecto para su noche de cine. Había comprado palomitas, refrescos, chucherías variadas, algodón de azúcar y chocolate, y lo había depositado todo en una cesta con un osito de peluche de color blanco. Sobre la cama había dispuesto todas las almohadas que había podido encontrar, haciendo un pequeño iglú de cojines, con su techo y todo.
La luz atenuada de las lámparas cubiertas por la sábana daba el toque de iluminación justa e imprescindible, haciendo del entorno de la habitación un lugar romántico y tranquilo. Logan estaba muy nervioso y no sabía cómo darle las gracias a sus amigos. No paraba de masajearse las manos y de dar vueltas por la habitación, esperando a Jessica. No sabía si le gustaría todo lo que había preparado para ella, pero al menos, esperaba darle una sorpresa y alegrar su corazón.
—Estás más nervioso que el día de la orla— rió Jared, cruzándose de brazos junto a Nikki—, y eso que estabas histérico porque era primavera, tenías muchísima alergia y te preocupaba estornudar cuando el fotógrafo tomara la foto.
Marge y Nikki rieron y esta última se apresuró a abrazarle, antes de que tuvieran que marcharse de la habitación para dar privacidad a la pareja.
—Tú no te preocupes, ¿vale?— susurró su amiga en su oído— Todo irá bien. Estoy segura de que esto es todo lo que necesita Jessica.
—Seguro que la hará muy feliz— añadió Marge.
—Suerte, Romeo— Jared le guiñó un ojo y, acto seguido, sus tres amigos salieron de la habitación.
Logan se quedó solo, esperando a Jessica con el corazón bombeando sangre a toda máquina. Se sentó en la esquina de la cama, se volvió a levantar, dio un paseo completo por la habitación, bebió agua del grifo del baño, se volvió a sentar... Hasta que finalmente decidió que lo mejor sería salir al balcón a tomar un poco el aire. La brisa marina se coló por su nariz, integrándose en su sangre como un tranquilizante. Pronto respiró profundamente y se llenó de valor; iba a hacer esto por Jessica y tenía que salir bien. Le demostraría su amor y le convencería de que su lucha era ahora también suya, y que el peso que cargaba sobre sus hombros nunca más le ahogaría. Él estaría allí para ayudarla, siempre.
Jessica entró a la habitación perdida en sus pensamientos, pero cuando levantó la cabeza del suelo y contempló el cine improvisado que había montado en la habitación, sonrió. Sonrió sincera y ampliamente mientras su corazón se llenaba de amor. Sus ojos recorrieron la estancia, maravillados con el trabajo y la dedicación que había puesto el chico que no salía de su cabeza. Le encontró en el balcón, mirando a la luna con aprensión. Comprendió que le estaba pidiendo fuerzas y valor para encontrase con ella, y cuando desvió la mirada hacia ella, Jessica le abrazó.
La chica nunca había dado el primer paso, pero esa vez, lo había hecho. Y aunque se quedó un poco pasmado, sonrió tras procesar la información de ese abrazo y se le devolvió con toda la ternura y el amor que sentía por ella. Jessica, por primera vez en mucho tiempo, no se sintió sola, y miró a la luna con una sonrisa.
“Lo siento, he roto mi promesa, pero es lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo”.
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La chica de la capucha gris ©✓
Truyện NgắnLogan Meyer sentía una curiosidad terrible por la chica de la capucha gris. Había algo en ella que le llamaba mucho la atención, y su corazón le pedía averiguar qué era. Vio su oportunidad en el viaje de fin de curso, y retado por sus amigos, Logan...