Al regresar al hotel después de tan intenso día, Jessica y Logan se sentían extremadamente felices. Compartieron asiento de nuevo (esta vez, con la amplia voluntad de ambos) y no se soltaron las manos en ningún momento. Para ellos había sido un gran día y aunque estaban un poco exhaustos, sonreían felices. Y esa alegría no se les pasó por alto a los amigos de Logan, que en la parte trasera del autobús, comentaban por lo bajo la situación de la nueva pareja de la clase:
—A mi me da que Logan se ha pillado más de lo que debería— dijo Ian, mirando con una profunda arruga en su frente en dirección a la pareja, que en ese momento reía ante un comentario gracioso de Logan—. Creo que se le ha olvidado un poco el plan.
—Déjales en paz, Ian— intervino rápidamente Nikki—. ¿No ves que son felices? Nunca había visto a Logan tan enamorado de una chica.
—Ni yo, y me alegro mucho por él— comentó Marge, que retocaba su maquillaje observando su reflejo en la ventana de su asiento—. Además, creo que para Jessica, Logan era la pieza extraviada de su puzle.
—Y ahora se completan el uno al otro— ambas chicas suspiraron ambiciosas, deseando en sus corazones sentir algo como lo que su amigo estaba experimentando en ese momento.
—No me puedo creer que aceptéis así sin más que nuestro mejor amigo salga con esa... Amargada— el rostro de Ian se manifestó con una mueca de desprecio y eso a Jared le dio mala espina.
—Si fueras un buen amigo, te alegrarías por él en lugar de pensar de esa forma— soltó bruscamente—. A esa chica le hacía falta salir de la negra burbuja en la que estaba encerrada, ¿sabes?
—Si, pero, ¿por qué se metió ahí? ¿No creéis que deberíamos saberlo?
—¡No!— exclamaron los tres a la vez.
—Es su vida privada, se lo contará a Logan cuando se sienta preparada— expuso Nikki.
—Pero si lo supiéramos tal vez podríamos ayudarla.
—Ian, tú no quieres ayudarla— musitó Jared, que cada vez se iba enfadando más con su amigo por su falta de respeto y comprensión—. Tú lo que quieres es ridiculizarla delante de toda la clase porque crees que así te recordaremos siempre. Pues no es así, amigo mío, no podemos usar a otras personas para nuestro propio beneficio y mucho menos si hacemos daño a esas personas.
—Totalmente de acuerdo contigo, Jared—aprobó Nikki.
Ian se cabreó. Se levantó de su asiento, y empujando a Nikki con el hombro se movió tres asientos hacia delante, para alejarse de ellos pero también para estar lo suficientemente cerca como para escucharles si decían algo sobre él. Lo malo de Ian es que creía demasiado en que las apariencias y la fama era lo más importante que una persona podía tener, y eso hacía que su corazón fuera codicioso y malvado. Por eso, decidió continuar con el plan él solo, sin la ayuda de los estúpidos Jared y Logan, y averiguar el pasado de la joven por su cuenta.
Cogió su teléfono móvil e hizo unas llamadas con una macabra sonrisa en el rostro. La información que había pedido tardaría al menos dos días en conocerla, pero la paciencia es una virtud, pensó. Sin embargo, la vanidad es un pecado que él estaba dispuesto a cometer.
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La chica de la capucha gris ©✓
Short StoryLogan Meyer sentía una curiosidad terrible por la chica de la capucha gris. Había algo en ella que le llamaba mucho la atención, y su corazón le pedía averiguar qué era. Vio su oportunidad en el viaje de fin de curso, y retado por sus amigos, Logan...