Capítulo 25: Culpa

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Este capítulo es intenso y necesitaba ordenar las ideas de Armin, léanlo pensando que lo narra alguien con problemas de ansiedad. Gracias a mis amigas por aguantar todo el mes que les pidiera ayuda sobre cómo abarcar este capítulo tan complicado, y gracias a arlertquinnwsheeps_mekiara15xDMaraLuisa574MeidelyGilcrazyheartblackSabrina12LODaniichixrckrchcato007_mwhalececiliavacaSkyoncegreengldsparkato-owoereh1erehkokonaidesaKittypinoMariela2003mm78999999999909jshemy-bonneySoftTwilightmayonnnaisetoziervibesb44byfroggfkinsanusDarlingMartinez287_AL_333rafagauzumakismothxe,  Solar744 por sus comentarios y a quienes se han unido ahora último. 

★★★

Era una aburrida clase de lunes por la tarde. La cátedra de traducción inversa seguía su curso normal, si es que así se podía llamar al monólogo de hilarante redundancia que daba lugar en aquella sala. El profesor sentado detrás del gran mesón se encontraba explicando con excesiva paciencia a las distintas diapositivas proyectadas por sobre el telón, bastante confusas al estar cargadas de letras negras sin imágenes que ayudaran a comprender mejor lo expuesto y, para rematar, apenas eran visibles por la iluminación del salón al carecer de cortinas que cubrieran el sol. Más de un alumno dormía en su pupitre y Armin se habría unido a ese grupo de oyentes si no fuera porque en este momento era más ansiedad que persona; además de querer prestar atención pese a que repetían el mismo punto desde hace ya casi veinte minutos. Físicamente presente, su mente era una nube de confusión, y no fue consciente en qué momento dejó de hacer garabatos en la libreta para llevar el extremo posterior del bolígrafo a su boca. Lentamente dio pequeños mordiscos al tubo para calmar los nervios, y pronto fue tal su insistencia que escuchó el crujir del plástico por la desmedida fuerza de sus dientes. Las pequeñas esquirlas pincharon su lengua y solo eso le hizo detenerse. Ya no podía seguir tomando apuntes, había roto el único lápiz que cargaba consigo y carecía de ánimos para pedir otro prestado, el que posiblemente terminaría de igual forma.

¿Qué estás haciendo, Armin? —, pensó el omega cuestionándose a sí mismo o, mejor dicho, cuestionando las últimas decisiones que había tomado.

El interior de su cabeza era un lío peor que el de las luces de navidad al sacarlas de su caja a fin de año, con los cables enredados al punto de desconocer cómo librar de ambos extremos para disfrutar de sus hermosas luces; y, aunque estuvieran desconectadas del enchufe, no comprendía el por qué algunas de sus bombillas seguían parpadeando sin parar. Eran sus pensamientos desordenados lo que le imposibilitaban entender siquiera lo que el profesor estaba intentando explicar, lo que para Armin parecía una eternidad. O quizás el docente no tenía idea de cómo exponer el tema. En verdad no lo sabía, lo único que deseaba era salir pronto de ahí contando cada segundo que pasaba en aquella condena, pero tampoco era como si pudiera retirarse y volver a casa a descansar puesto que no había podido encontrar excusas creíbles ni a nadie que le reemplazara para zafarse del turno de hoy, un angustioso lunes por la tarde, así que apenas terminara la clase debía dirigirse al trabajo.

Lovesick [Eremin | AU | Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora