Lovesick [Eremin | AU | Omegaverse]

Capítulo 23: Rompecabezas

¿Acaso creían que iba a abandonar este fic? ¡Pues no! Hoy es martes de actualización y les traigo capítulo nuevo de madrugada para no perder la costumbre. Solo tuve que releer por completo la historia para retomarlo, acostumbrarme nuevamente a escribir luego de un mes de solo dibujar por el snktober; de llorar porque literalmente  mi note murió la semana pasada y por suerte encontré un respaldo de lo que llevaba escrito; y que hoy me llegó el nuevo pc y pude arreglar todo lo que escribí desde el celu para traerles el nuevo capítulo.

Gracias por tenerme paciencia, y gracias especiales a hisutxria, pateame, Sabrina12LO, 78999999999909j, ereh1ereh, TheCrimsonCurse89, kokonaidesa, MaraLuisa574, arlertquinnw, ceciliavaca, greengld_, sparkato-owo, shemy-bonney, MeidelyGil, Kittypino, Yukihara123Ryouma, xrckrch y Minatsuki007 y por los comentarios en el extra, y a quienes recién se unen a la lectura. Espero que lo disfruten.

★★★

Eran cerca de las tres de la tarde cuando el sol comenzó a abrirse paso entre los nubarrones del cielo. Sin embargo, dentro de la habitación de Marco parecía que la tormenta persistiría por un par de horas más. Los tres jóvenes presentes en su interior intercambiaban miradas en rotundo silencio, sin querer romper la tensión del momento luego de la bizarra forma en la que coincidieron. Las palabras no eran necesarias para transmitir el creciente rencor que existía entre ellos, una delgada línea que había sido cruzada a zancadas por el único alfa de la habitación.

Con los brazos entrecruzados sobre el pecho, Eren enterró sus propias uñas entre los pliegues de su chaqueta, al límite perder el poco autocontrol que le restaba. Ni pensar en lo agradable que fue compartir con Armin quitaba las ganas de partirle la cara de caballo que se cargaba Jean; y aun así lo intentó, de recordar lo que hace unos momentos podría haber sido una despedida tranquila y emotiva si tan solo no tuviera la mala suerte de que uno de sus amigos más cercanos fuera un bocón de mierda y no pudiera quedarse callado al sorprenderle besando a Armin, como si fuera lo más extraño del mundo darse cuenta de que a él también podía gustarle otra persona. Pero no, ahora era el centro de atención en el cuarto de Marco, sentado en la confortable silla de escritorio con la vista fija en un punto muerto sobre las cajas plásticas que contenían quizás que cosa debajo del colchón de la cama frente a él, para así evitar seguirle el juego a Jean quién hacia guardia a su izquierda apoyado al marco de la única puerta para truncar cualquier escape; y tomando el rol de mediador, Marco se encontraba sentado sobre el colchón de la cama, con la expresión más neutra posible pese a que fácilmente podía oler la tensión emanando de su cuerpo.

— Jaeger, explica a qué mierda estás jugando —, acusó Jean sin disfrazar su enojo, cambiando la pierna que apoyaba contra la madera de la puerta, harto del extraño actuar de quién consideraba como un importante amigo.

En respuesta, Eren le miró indescifrable, conteniendo las ganas de lanzarse de cabeza a través de la única ventana de la habitación apenas tuviera la oportunidad, aunque se encontrase en un segundo piso. Había sido un día bastante largo y pesado emocionalmente hablando para tolerar ser tratado de aquella forma.