Otra semana y un nuevo capítulo para ustedes ❤. No hablaré de más para evitar quitarles la sorpresa ((suspenso)) uwu.
Gracias a Yukihara123Ryouma, greengld_, MeidelyGil, -ER3N-, xrckrch, BlueberryA1, soni-ibarra y 78999999999909j por sus comentarios y a todos los que leen este fic. ¡Que lo disfruten!
Revisión: 25/03/21, cambios menores en redacción.
★★★
Faltaban escasos minutos para la noche. Los destellos blancos de las pequeñas estrellas eran visibles sobre los trozos de firmamento delimitados por los nubarrones como pequeñas ventanas de atardecer. El gélido viento invernal se hizo presente, estaba previsto que en unas más horas la temperatura alcanzaría grados bajo cero; y a pesar del mal clima, las asfaltadas calles del distrito oeste de Shiganshina seguían siendo visitadas por uno que otro transeúnte. El lugar conocido por ser uno de los sectores más antiguos de la ciudad, actualmente era un centro cultural debido a los pintorescos escaparates que ofrecían los establecimientos restaurados bajo las carcasas centenarias, siendo opacado por las densas nubes que cubrían casi por completo al anaranjado del atardecer bañando a los edificios con su manto lúgubre, agridulce. La humedad ambiental se mezclaba con el olor a combustión de los carros y el aroma a comida que escapaba desde las ventanillas de los diversos recintos de coloridos carteles.
Sonó una campanilla simultáneo a la apertura de la puerta principal de la casita alemana, dando paso a la sombra de un adolescente que caminaba en silencio con las manos en sus bolsillos manteniendo la compostura, impasible, tal cual como había aprendido imitando a su padre desde que era un niño, fingiendo lo mejor que podía que nada ocurría, pero al verse lo suficientemente lejos del café dejó su máscara y pateó con frustración el basurero del parque aledaño asustando a un joven que pasaba por ahí.
Quiso gritar, nada resultaba como quería. De hecho, no tenía recuerdos de haber sentido la satisfacción de lograr lo que se propusiera. Siempre era el segundo o tercero, o último, en todo debido a su torpeza, sin destacar, menos cuando se trataba de pelear: era su único talento. Eren tenía un don natural para la violencia, algo de lo cual no estaba orgulloso y tampoco le servía para mucho más que para meterse gratuitamente en problemas.
Y sabía a qué se debía, haber nacido como alfa era su maldición. La agresividad la llevaba en la sangre, pero se le obligaba a actuar como si fuera todo lo contrario para cumplir con los estándares impuestos por la sociedad. Para ser un alfa debes ser frío, inteligente y hábil, no pólvora y desastre. Eren era fuego, consumiéndose lentamente a sí mismo bajo sus prejuicios, sobre exigiéndose constantemente al punto de ahogarse en la desesperación.
Pero hoy no era ese el motivo, Eren se martirizaba por ser tan inútil de no poder hacer algo tan simple como conversar con normalidad.
Eren respiró bocanadas de aire en un intento por calmarse y no arrancar su piel por la angustia, para luego dejar caer su peso bruscamente sobre una banca. Su cuerpo temblaba por las negativas emociones que con dificultad contenía. Estaba mentalmente agotado, hoy era el segundo día que acudía al trabajo de su madre con el fin de poder coincidir con Armin, el trabajador al cual estuvo suplantado, para así disculparse por lo ocurrido durante el día en que se conocieron: por haberle intimidado y besado sin su permiso. Sentía que era su culpa por haber sido tan descuidado al quemarse y obligarlo a ser auxiliado, aunque la falta de oposición le causaba ciertas dudas sobre la intención que tenía sobre su persona.
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Lovesick [Eremin | AU | Omegaverse]
Romance«Eren Jaeger (α) es un adolescente que lo tiene todo y, sin embargo, no puede evitar sentir un vacío cada vez más grande en su interior. Algo poco a poco iba marchitándose con prisa, escapando de su control. Las sensaciones perdían su intensidad, y...