Perdonen la tardanza, he tenido el medio bloqueo sobre cómo continuar la historia porque veo tantas posibilidades que me agobia tener que escoger, pero no se preocupen, en todas terminan los protagonistas terminan juntos, el problema es cuánto sufren en el camino :'))). Espero que estén todes bien, este es mi regalito del día de las mamis, un capítulo lleno de drama, revelaciones y mucho fanservice para las que aman el Eruri ❤. Y como siempre, muchas gracias a todos los que leen mi historia y a Skyonce (tienes una paciencia infinita aguantando mis dudas, te adoro), 78999999999909j, couldpeachy, alicat_1018, xrckrch, TheCrimsonCurse89, KaraDremur, __milktea, AmargaMetade, noleeaqui, franciscaosiosi, FiorellaArlette_, greengld_, MeidelyGil, Yukihara123Ryouma, colatorero por darse el tiempo de dejar comentarios en el capítulo anterior ❤.
¡Espero que les guste!
★★★
Erwin inclinó con elegancia su muñeca con la que sostenía firmemente de la botella de Whisky para verter el dorado licor sobre el hielo picado contenido en el pequeño vaso. El penetrante destilado acarició a su nariz invitándolo a degustar de su sabor a nuez ahumada y quizás así mitigar el nudo que sentía en la boca de su estómago. Suspiró con el recipiente de cristal besando sus labios, para luego proceder a zampar su contenido hasta el fondo. Algunos trozos de hielo se colaron en su boca, quemando sus encías y lengua ante el brusco cambio de temperatura. Se serviría una vez más si no fuera porque aquel era su cuarto trago y mañana debía trabajar. Susurró maldiciones al tiempo que soltaba sus mocasines con el reborde de la cama de dos plazas, dañando así el perfecto lustrado marrón, para luego desprenderse de ellos con el balanceo de sus piernas. Los pies le pesaban como plomo, al igual que el resto de su cuerpo. Se dejó caer en la orilla de la cama, arrugando al cobertor borgoña alrededor de su silueta. El vaso quedaría olvidado sobre la madera caoba de la mesita de noche junto a la botella de destilado a medio acabar, entre la lámpara ajustable que utilizaba para leer sus libros durante la noche sin despertar a su acompañante, y un pequeño marco con una foto de cuatro jóvenes sonriendo a la cámara, menos uno que reconocía fácilmente como el Ackerman en sus 25 años, recuerdo que mantenía con cariño al ser de las primeras veces que se reunía con todos sus viejos amigos.
Con la mente nublada entre el alcohol y los confusos sentimientos del día, no supo en qué momento se había recostado por completo en su recámara con la corbata a medio desanudar rodeando su cuello. Sus pensamientos se encontraban en otro lugar pese a tener los ojos fijos en el cielo, en la pantalla de papel amarillenta por el desgaste de los años que cubría a la lámpara del techo. La tenue luz apenas iluminaba a las cuatro paredes empapeladas de blancos relieves en paralelo, líneas que eran interrumpidas por el armario de pared con la puerta entreabierta mostrando la ropa pulcramente doblada ordenada por colores, en su mayoría ropa de trabajo, y una camisa para cada día colgada en un rincón.
A lo largo de su carrera, contadas ocasiones lo habían llevado al límite como ahora, en este momento odiaba el instante en el que decidió convertirse en profesor. Su posición era delicada, el más mínimo error podría llevarle a perder su trabajo. Con frustración pasó las manos por su cara tratando de contener el creciente disgusto de saber que, pese a haber tenido las mejores intenciones con sus alumnos, muchas veces la situación se escapaba de su control, tal como había ocurrido con Eren, su estudiante más problemático. Éste se había lucido al confesar que estaba enamorado de su sobrino. Podría haber lidiado con ello al ser simplemente sentimientos normales en un muchacho de su edad, pero el chico además le había asegurado que algo ocurría ahí, que se habían besado, además de confiar sus más oscuras perversiones: no solo lo deseaba, se imaginaba teniendo sexo con él, con su tímido e indefenso sobrino.
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Lovesick [Eremin | AU | Omegaverse]
Romance«Eren Jaeger (α) es un adolescente que lo tiene todo y, sin embargo, no puede evitar sentir un vacío cada vez más grande en su interior. Algo poco a poco iba marchitándose con prisa, escapando de su control. Las sensaciones perdían su intensidad, y...