Capítulo 23

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Fue una mañana muy silenciosa, ella no quería decir ni una sola palabra a nadie pues su humor se había hecho peor.

Su irada estaba mirando fijamente a aquel ataúd con flores e insignias de Guardianes. A pesar de que había sido manipulado por Black, fue uno de los mejores defensores.

A su lado apareció el jefe de criminología en Guardianes, miraba igual el ataúd que fueron sepultando.

-Es un enemigo peligroso y lo sabes -Murmuró el peligris -No puedes ir sola y menos con uno de sus jinetes manipulados a este grado.

Ella le miró con una fría mirada.

-Mis asuntos no deberían ser de tu incumbencia.

Se giró y terminó por retirarse.

Merida e Hiccup estaban cerca mirando a su amiga alejándose.

Esta miraba a la salida con una decisión en mente, pero antes de cruzar aparecieron los ojos de su hermana menor con una expresión triste.

-Elsa.....lamento en serio lo de Tadashi y......

-Anna, no necesito ahora que vengas a decirme que lo sientes, estoy harta de esa palabra.

-Y tu no deberías molestarte por cada personas que busca ayudarte -Anna le dijo entre dientes ahora -Yo estoy harta de que me alejes, que no aceptes mi ayuda como tu familia.

-Entiendo que no eres como yo y yo no soy como tú, tengo ventaja en esto así que sólo hazme el favor de cuidarte ¿Si? -Elsa le miró con firmeza -O la próxima vez tendré que aguanta un "lo siento" de alguien más.

La rodeó y terminó por salir de aquel lugar, dejando a su hermana cerrando sus puños enfadada con su hermana.

Mientras que en aquel restaurante en su sótano, estaba el peliblanco sentado sobre una silla mientras cerraba sus puños con tanta fuerza que le temblaban, sus ojos ámbar miraba al suelo con una fija expresión mientras que su frente hacía resbalar algunas gotas de sudor.

Todo esto mientras su marca de la muñeca al codo brillaba con una tenue luz ámbar y negra.

A la entrada del sótano, estaba sentado al pie de las escaleras el pelinaranja con sus brazos cruzados mientras llevaba puestos unos audífonos. Miró a su costado entrar al pelinegro con calma y por lo tanto se apartó de estos.

-¿Cómo sigue? Preguntó calmado para cuando se levantó el otro.

-Igual, intenta zafarse de tu orden -Hans dijo negando con la cabeza.

-Vamos a zafarlo entonces.

-¿Qué? ¿Pero si sabes......

-Lo zafaré con una última orden -El pelinegro le interrumpió para avanzar frente a Jack.

Este peliblanco le miró levantando la mirada con su inexpresiva mirada, se levantó aun con sus puños temblando.

-¿Estás seguro de esto? -Hans le miró al peliblanco con un toque de nervios, puesto que sabía que si estaba furioso podría ser lo peor que enfrentara al menos Hans, a pesar de ser el segundo más fuerte de los jinetes, este aun no le resistía la pelea.

-Muy seguro -Pitch levantó una mano con polvos grises y ámbar -Te liberaré de tu orden anterior con esta nueva: Sé tu mismo Jack, pero tienes prohibido atacarnos y también tiene prohibido cruzar palabra con Elsa de esta orden. Llegarás con ella, la amarás cuanto quieras y cuando menos lo espere, la apuñalarás las veces necesarias para que muera y una vez cumplida esta orden, regresarás a tu normalidad.

-¿Qué? -Hans le miró de nuevo con molestia -Nos hará trizas.

-Que lo intente, al menos a ti sí, pero me quedaría Jack y mi otra jinete que no ha estado involucrada en esto.

No tengo miedo a...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora