Capítulo 7

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Tenía sus delgadas manos aferradas a su torso, estaba pegada a su espalda ......estaba respirando.

El peliblanco usaba todos los caminos largos posibles para no terminar con estos momentos con ella. Tenía claro que esto no era una coincidencia, algo había sucedido para que se rencontraran y sea lo que haya pasado no había sido bueno.

Para la platinada estaba emergiendo algo en ella que no experimentaba más, tenía curiosidad por este sujeto, sentía una terrible atracción por él y sobre todo se sentía segura. No sabía si era por haberla ayudado con esos hombres, pero se sentía tranquila.

Cuando su tiempo se agotó fue cuando descendió la velocidad por llegar a la cuadra frente a Guardianes. Sabía que no debía acercarse a ese lugar, no porque lo reconocieran porque nadie sabe quién es y qué ha hecho.

Sino porque él tenía sus límites y había quienes sí conocía ahí dentro y que prefería no encontrarse.

Ignoró aquello, prefería dejar a la entrada a la platinada cuando se detuvo.

-¿No te gustaría venir?- Elsa debía detenerse, pero no quería despedirse de ese sujeto ahora – Si me ayudarás podría presentarte a un compañero.

-No – Jack miró el edificio calmado y después a Elsa -No quiero intervenir en asuntos de otros.

-De acuerdo -Elsa bajó de la motocicleta apartándose el casco para acomodar su cabello.

"Pero sí quiero estar contigo"

-Pero llámame cuando quieras y te ayudaré – Jack repuso sonriendo de lado.

-Eso iba hacer -Elsa le tendió su casco para que lo tomara -Nos veremos después Jack.

-Eso haremos, Eliza....Perdón ¿Elsa?

-Elsa Arendelle, no lo olvides -Le sonrió para darse vuelta aferrando su morral al hombro.

El peliblanco la miró con una leve sonrisa entrando al edificio, arrancó y se retiró del lugar.

Cuando Elsa entró justo estaba el pelinaranja de Hans a la entrada también, quitó la mirada de los vidrios de las puertas para mirarle a los ojos.

-¿Y ese albino? -Volvió a mirar con extrañeza al peliblanco que se alejaba en su motocicleta.

-Nadie que te importe -Dijo Elsa, regresando a su fría manera de ser.

-¿Hiciste amiguitos hoy? -Hans le sonrió divertido caminando a su lado.

-Uy sí, tantos que morían por conocerme -Dijo con sarcasmo.

Fueron avanzando por los pasillos para llegar al elevador, Hans miró de perfil y sonrió de lado.

-Adelántate, llego en un rato.

-No pensaba esperarte -Elsa oprimió el botón rodando los ojos.

Durante la espera en el elevador pensaba en el ojiazul, pensaba en su manera de hablar, de gesticular. Era alguien confiado y clamado, no había algo que no le pareciera extraño.

Le era familiar, pero ¿De dónde?

Cuando salió del elevador estaba el castaño saliendo de una sala de conferencia con algunos papeles en mano.

-Vamos a mi auto -Le dijo tomándola de la muñeca.

-¿A eso me hiciste venir a Guardianes? ¿Para ir a tu estúpido auto? -Elsa le quitó la mano cuando entraron al elevador.

-Pensé mejor en no decir nada aquí -Hiccup miró los papeles -Me encontré con un mesero que dijo trabajar para Black. Tenía miedo de hablar y no me podía decir más de lo que hoy me dijo, era por su bien.

No tengo miedo a...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora