No tengo miedo a...

Capítulo 1

Actualidad.

Desde hace muchos años no llovía tan fuerte en la ciudad, hoy la mañana apenas empezaba a amenazar las grandes nubes grisáceas repletas de lluvia, pero por más tiempo que pasaba no caía una sola gota.

Los apartamentos de Brooklyn estaban siendo envueltos por una tenue neblina, los pisos más altos no se veían debido a este.

En el piso 8 se encontraba una mujer dormida en su habitación. La alarma de su teléfono celular se hizo escuchar repetidas veces hasta que esta estiró pesadamente su brazo para apagarlo.

Se removió en las sábanas mientras tallaba sus ojos para comenzar a despertarse. Cuando se sentó a la orilla y tomó el teléfono celular se dio cuenta que el cable de su cargador no estuvo conectado por la noche y por lo tanto quedaba con un 15% de batería.

-Maldición -Murmuró.

Después de haber tomado una duchar se había vestido con unos pantalones de su medida de mezclilla color azul claro, usó una playera blanco marino de manga larga y arriba una chamarra con gorrillo color marrón igual al de sus botillas.

Salió de casa con una mochila de morral color azul marino donde cargó con una cámara profesional, documentos en folios, su computadora y un termo con café cargado.

En su mano llevaba sus llaves que guardó para empezar a comerse una manzana verde.

Aguardó su elevador para entrar y salir cuando llegara al primer piso.

Saliendo empezó a caminar entre las calles, subió a un metro y se traslado a un local en la cuadra del parque nacional. Era un edificio con varias oficinas de diferentes profesiones.

Su piso era el primero era el quinto, cuando entró la secretaría le saludó.

-Buenos dí.....

-Buen día -Se apresuró la mujer para no tener que detenerse a hablar o saludarla, pues no le importaba.

Subió a otro elevador, cruzó los amplios pasillos donde habían diferentes fotografías de los diferentes trabajadores ahí para demostrar los grandes logros.

Cuando llegó frente a su puerta donde estaba grabado su nombre y su profesión de criminóloga, entró quitando el seguro y así ser recibida con la luz que entraba por su ventanal.

El ventanal daba vista a otros edificios y los grandes arboles del parque. Su oficina consistía de dos secciones divididas por medio muro, tenía un amplio baño.

La primera sección estaba su libro tras el escritorio con dos asientos frente a este, la otra sección tenía un sofá amplio, otro librero y una televisión colgada de la pared. Y la mayoría de los muebles altos estaban diferentes macetas con plantas que colgaban.

Sacó su computadora sobre su escritorio para prendar mientras tomaba asiento. También tomó los documentos de su mochila y su termo.

Antes de ponerse a trabajar fue llamada a su puerta. La otra rodó los ojos esperando no ser una compañía aburrida o alguien que odiara en silencio.

Cuando se levantó a abrirla la recibió con un abrazo un joven alto de cabellos castaños.

-¡Buenos días! – El joven la cargó en brazos.

-Ush bájame -La mujer se apartó – Buenos días, Hiccup.

Hiccup vestía un uniforme de Guardianes, uno muy semejante a uno militar, pero sin esas figuras verdes. Era completamente azul marino con su nombre y la empresa de Guardianes bordado a su derecha en su pecho.