No tengo miedo a...

Capítulo 18

Los constantes golpeteos de los nudillos del castaño estaban sobre la puerta del apartamento de Elsa. A su lado la acompañaba aquella pelirroja que estaba cruzada de brazo con una apática y cansada expresión en su mirada.

-¿No te has preguntado si....

-Debe de estar -Hiccup apoyó su frente contra la puerta mientras seguía tocando – En su despacho dejó una nota sobre la puerta donde decía que estaba de vacaciones y eso ni siquiera lo sabía la secretaria del piso.

-Iba a decir que si no te preguntas si lo que ella quiere es espacio -Suspiró la mujer hartándose de los golpeteos – Deja de golpear, me estás hartando.

-¿Y si está en problemas? -Hiccup levantó su mirada mortificado -Hay que entrar.

-¿Tienes una orden acaso para....

-Soy su amigo, no la necesito -Hiccup se atrevió a girar la perilla con fuerza y expulsando unos leves rayos de sus hombros golpeó la puerta para abrirla de una sola.

La expresión de Hiccup se sorprendió cuando encontró a la platinada con una expresión furiosa sentada sobre su sofá. Merida suspiró negando con la cabeza.

Vestía un camisón gris y una licra negra, se estaba apartando unos audífonos negros de casquillo.

-¿Pero que mierd.....

-¡Estás bien! -Hiccup le interrumpió abriendo los brazos -Creí que estabas en problemas.

-¡Mi puerta!

-Ya lo repondrá -Merida entró para sentarse a su lado mientras le abrazaba con un brazo para evitar su mal humor - ¿Qué está sucediendo contigo?

-Déjame -Elsa se levantó - ¿Qué está haciendo aquí? ¿No podían llamarme?

-Ignoras mis mensajes.

-Pero no las llamadas -Elsa le miró con intolerancia.

-Voy a repetir la pregunta -Merida se levantó para hablarle con calma, pues ya la conocía y sabía que se estaba molestando por asuntos suyos - ¿Qué está sucediendo contigo?

-Entiendo que te hayas molestado que desde hace dos meses te sacaran de las investigaciones de Guardianes respecto a los asesinos de tus padres y fue un error, no los hemos encontrado.

"Pues yo sí" Elsa pensó.

-Pero no has respondido mensajes -Merida le continuó – No asistes a tu trabajo y.....al parecer has bebido un poco.

Analizó las botellas de vodka y whisky en la cocina de Elsa.

-Queremos saber que estás bien, Elsa -Hiccup dijo.

-Estoy bien -Elsa dijo con claridad – Y lo estaría mejor si me dieran un poco de espacio en mi apartamento a estas horas de la noche.

Hiccup frunció levemente el ceño.

-Fue ese sujeto ¿No es así? -Hiccup dijo ahora molesto -Te advertí de él, de un desconocido con el que te entrometiste y quién sabe qué fue lo que te hizo.

-¡No me hizo nada! ¿Si? -Elsa se molestó porque tenía razón.

-¿Entonces? ¿Qué fue lo que.....

-Me metí con él por despecho ¿Querías oír eso? Sigo enamorada de Tadashi y sólo estuve con él para intentar olvidar – Elsa mintió y le dolió decir aquello, pero sólo quería quitarse de encima más presiones emocionales.

Merida fruncía levemente su ceño sin creerle en nada, se acercó y le colocó una mano sobre su hombro.

-Somos tus amigos y no de meses, sino de años -Merida le miró a los ojos -No tienes que mentirnos y ocultar algo que a ti te esté lastimando, queremos ayudarte.