Capítulo 13

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La platinada entró a donde estaban los cuerpos de los hombres, y tal como observó antes habían polvos grisáceos en las heridas.

-¿Desde a qué hora estabas aquí? -Hiccup preguntó cuando se acercó a ver otro cuerpo -Es reciente, apenas están perdiendo la temperatura corporal.

-Estuve desde que empezó......Es bueno ese sujeto para asesinar -Elsa se hincó para observar las finas y limpias aberturas de las gargantas o de los que estaban perforados.

Elsa recordó cuando lo tuvo en frente y se preguntaba ¿Por qué no intentó matarla? O hacerle daño, él sólo esquivaba los golpes de ella y ni por asomo de sus dones para lastimarla.

-¿Ese es el sujeto con el que te vio Mer? -Hiccup le preguntó hincándose a su altura.

Elsa se giró para mirarlo con rareza.

-¿De verdad?

-Oye me importa con quién estés ¿Dónde lo conociste?

-¿Eso importa ahora? -Elsa se puso en pie junto a él -Tenemos tres, ah espera, cuatro cadáveres en la misma habitación ¿Y quieres hablar de él?

-¿Tú cómo reaccionarías si.....

-Joven Haddock -Le llamó un oficial de policía.

-Anda, mejor ve a ver en qué ayudas en lugar de entrometerte en mis asuntos -Le dijo Elsa.

-Seguiremos hablando de ese sujeto -Hiccup le sonrió con hipocresía para después borrar su sonrisa y retirarse.

La mujer se giró para ver al otro cuerpo sin vida, alguien que por lo visto intentó escapar. Miró alrededor observando que había un saco tirado, polvo en las heridas y salpicaduras de la sangre.

-¿Conseguiste más información? ¿Pistas? -Se le acercó el hombre ojiverde de Hans.

-La conseguiría si no me interrumpieran tú o Hiccup -Respondió mirando los cuerpos desde una esquina.

-¿Sabes? -Hans caminó junto a ella alrededor de la habitación- Si no te distrajeras tanto con ese sujeto albino pudiera que hubieras evitado esto o encontrado en.....

Fue interrumpido debido a que Elsa le puso el pie en frente y estuvo por tropezar, pero esta le jaló de su chamarra de Guardianes.

-Estoy harta de que se entrometan, y sobre todo tú, en mi vida. Así que si no quieres recibir un puñetazo en el rostro y que deje este caso de Guardianes y lo haga mío, será mejor que me dejes en paz.

-Que ruda ¿eh? -Hans se apartó con media sonrisa para que le soltara de su chamarra tomando su delgada mano – Me sorprende lo ruda que eres y que no hayas atrapado a esos tipejos.

-A mi me sorprende que trabajes para Guardianes, cabeza hueca.

-En lugar de estar peleando, te ofrezco inspeccionar las siguientes habitaciones o pasillos, creo que será más útil.

-¿Para qué inspeccionar alrededor?

-Pistas y huellas.

Elsa caminó con él a una puerta que daba a la otra habitación, cuando cruzando estaban dos oficiales que hablaban mirando el lugar.

La platinada miró a sus pies buscando alguna huella o rastro, los polvos no habían pasado ni por asomo de aquí.

-Dices que la mujer tiene alas ¿cierto? -Hans le llamó con una pluma azulada entre sus dedos.

La mujer miró la pluma y después a los oficiales.

-¡Hey! ¡Debemos sal......-Pero se vio interrumpida cuando de una habitación frente a los oficiales salieron plumas disparadas a sus cuerpos para tumbarlos.

No tengo miedo a...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora