Louis, desde su adolescencia, fue prostituido al presentarse como omega recesivo.
Harry, futuro heredero de la más grande mafia de toda Italia, compraría al omega sin saber las consecuencias de aquello.
La punta y la base de la gerarquia unidas por...
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Louis se encontraba en el jardín de la casa, Fred dormía plácidamente en su cochecito, mientras un enérgico Matthew de tres años estaba dispuesto a ayudar.
- Fiesta de papá Harry.- susurró Matthew, o bueno, intentó hacerlo.
Todos colocaba carteles, globos y diversidad de postres. Harry cumplía exactamente 25 años, pero seguía siendo un niño que amaba Star Wars.
Todo el patio estaba decorada de aquella saga de películas. Aprovechaban que el alfa había salido a una junta por aproximadamente tres horas, no era mucho tiempo pero eran un grupo realmente grande, por lo que podrían acabar rápido.
- Matthew cuidado con los globos.- el niño corría alegremente viendo como los globos volaban a su alrededor.
Empezaron a juntar los globos, colocar algunas luces. El sonido del carro de Harry entrando a la cochera los alarmó.
- Iré por él, mientras ustedes terminan con esto.- el Omega corrió hasta la puerta, en el momento exacto en el que él alfa entró a la mansión.
- Feliz cumpleaños mi amor.- Louis lo abrazó, golpeándose mentalmente por lo que estaba por hacer.
- Gra - ah carajo.- Louis empezó a besar su cuello, rozado su mano sobre el miembro del alfa que poco a poco comenzaba a crecer.- Buen regalo de cumpleaños.- gruñó
Siguieron besándose, caminando hacía el baño que se encontraba escondido en un pasillo.
- Non provocarmi amore [No me provoques amor].- gimió.
Abrieron la puerta luego ve varios intentos y gruñidos por parte del alfa, se besaban con deseo, gimiendo ante cualquier dulce toque que recibían de las manos del otro.
- ¿Qué sucede?.- preguntó el alfa entre jadeos, Louis se había alejado levemente.
- Nada.- susurró, mientras se arrodillaba frente a Harry, su rostro quedando lo suficientemente cerca del bulto del alfa.
Empezó a bajar suavemente en cierre del pantalón, sus dedos rozando sobre la tela que los bóxers de Harry, quien gruñía y gemía ante el suave roce.
- Per favore [Porfavor].- pidió entre lloriqueos el alfa, moviendo su pelvis haciendo que chocara contra la mano del omega.
- Esto es un adelanto de lo que tendrás esta noche, nos vemos afuera.- Louis corrió lejos del alcance de Harry, quien posiblemente estaría pensando mil y un maneras de romperle el culo esa noche.
Estaba riendo casi a carcajadas, entró al jardín y avisó a todos de que Harry estaba cerca.
- ¿Lou?.- se escuchó desde el pasillo.
- Aquí, en el jardín.
Los pasos se hicieron más cerca, el delicioso aroma de Harry inundando su nariz.
- ¡Sorpresa!.- gritaron todos al unísono.
- Dios mío.- sonrió.- ¿Hicieron todo esto para mí?
- ¡Pues claro!.- bufó Calum.
Y la fiesta empezó, intentando alejar el alcohol de las rápidas manos de Matthew, quien suponía que todo aquello era "agua".
- Es lindo poder compartir otro cumpleaños más contigo.- la Omega sonrió, fue duro dejar a su hermanito tan pequeño, no pudo verlo crecer como quería.- Quizás no logré compartir mucho contigo, pero quiero crear nuevos junto a tí.
- Te quiero Gemma, gracias por estar aquí.- el suave llanto de Fred se escuchó.- Espérame un momento.
Caminó rápidamente hasta el cochecito, cargando al pequeño niño, sus ojos azules eran idénticos a los de Louis al igual que su abotonada nariz.
- ¿Sucedió algo?.- la voz de Louis lo sobresaltó.
- Tranquilo.- sonrió- Me lo llevaré, vé con Matthew. Cualquier cosa iré contigo, mantente tranquilo ¿Sí?.- besó su frente dulcemente.
El alfa caminó nuevamente hasta su hermana, entablando una charla y jugando un poco con Fred, sacándole dulces carcajadas.
A lo lejos se escuchó la puerta siendo abierta.
- ¿Falta alguien más?.- preguntó el alfa extrañado, meciendo de un lado a otro al niño.
- Que yo sepa no.- ambos le restaron importancia, siguiendo charlando y tomando.
La fiesta siguió, amigos cercanos bailando en cada esquina, comiendo o jugando en algunos de los tantos juegos que se encontraban por todo el jardín.
A pesar de haber una pista de baile con algunos adultos bailando en ella, Matthew era quien brillaba en aquel lugar, era tan gracioso y adorable verlo ahí, haciendo pasos sin sentido pero con una gran sonrisa en rostro.
En un momento todo se detuvo, algunas personas dejando de bailar, la música todavía resonando pero nadie bailando, una expresión inexplicable se formó en el rostro de Gemma.
- ¿Qué sucede Gemma?.- preguntó asustado.
- Ha-Harry.- sollozó con fuerza.- Voltea Harry.
Asustado, volteó, sus ojos se llenaron de lágrimas, su respiración siendo tan dolorosa y un gran nudo en su garganta. Louis corrió a él pero este lo apartó, tendiendole a Fred, sus piernas temblaban, por más que intentaba hablar no podía.
