Louis, desde su adolescencia, fue prostituido al presentarse como omega recesivo.
Harry, futuro heredero de la más grande mafia de toda Italia, compraría al omega sin saber las consecuencias de aquello.
La punta y la base de la gerarquia unidas por...
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Harry, luego de muchos años, pudo volver a crear un vinculo de amistad y amor tan puro cuando Louis apareció en su vida, había olvidado lo que se sentía tener un amigo con quien charlar y simplemente poder ser aquel gran cachorro que era y escondía bajo un duro rostro.
Su vida luego de que su madre falleciera cuando el era tan solo un cachorro, se volvió un infierno del cual no podría escapar jamás, consecuencia de ello, Gemma, su hermana, había escapado de casa, dejándolo totalmente solo.
Como era de esperarse, en su primero celo se presentó como un alfa puro, volviendose una celebridad entre los socios de la mafia, siendo obligado por su padre a ser parte de sus muy aburridas juntas. Por mucho que su padre lo obligara a ser una total replica de el, como acto de reveldia solía escaparse de la mansión para encontrarse con sus mejores amigos, Luke y Calum, estos dos alfas siendo parte de su vida desde muy pequeño. Aquellos tres jovenes alfas salían a bares de mala muerte por un poco de diversión, mujeres adultas y drogas era su pan de cada día, acostarse con omegas que podrían ser sus madres bajo efectos de las fuertes drogas que consumian era el mayor acto de rebeldia que un joven Harry podía cometer, para romper la falsa fachada que su padre la habia inventado.
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-Possiamo lasciare questo posto, non posso sopportare di stare qui? [¿Podemos dejar este lugar?, no puedo soportar estar aquí]
- Harry, puoi aspettare che le guardie del cazzo se ne vadano? [Harry, ¿puedes esperar a que los putos guardias se vayan?] -Luke estaba realmente molesto por la constante insistencia del ojiverde.
Ambos alfas se encontraban escondidos entre unos arbustos del gran jardín, esperando a que los guardias finalmente se fueran del lugar y así lograr salir al encuentro con su otro amigo, Calum, quien se encontraba afuera con su auto, algo escondido entre los arboles que rodeaban la mansión.
En el pequeño momento que los guardias se alejaron de las puertas, los dos jovenes alfas corrieron fuera de la mansión, escuchando el rugir del viejo auto de su amigo.
-Entrate in macchina, cazzo, siamo in ritardo [sube al maldito auto, llegamos tarde].-y si que tenia razón, el lugar a donde solían ir se llenaba con rapidez ante su popularidad y su precencia dentro de estos.
Se montaron en el auto, y salieron lo más rápido del terrible hogar del joven alfa, luego se preocuparían por lo que diría el padre de Harry, el realmente estaba preocupado por lo que fueran a decir sus jodidos y amados socios, era el primogénito del líder de una de las mafias más grandes de Italia y del mundo, se suponía que debía ser un chico de clase, el dinero y la fama solía cegar a las personas, y su padre no era el mismo frente a sus socios, frente a ellos era el mejor padre del mundo, pero, cuando nadie se encontraba cerca, era un jodido monstruo.
— Harry, ¿estás seguro que tu padre no se dará cuenta?, desde la ultima vez que salimos la seguridad dentro de la mansion es más fuerte.
— Como si le importara mi vida al hijo de puta de mi padre — alzó los hombros, y prendió un cigarillo.
El auto siguió su rumbo, hasta llegar a Scorpio, el unico lugar donde Harry podía ser un joven normal.
Se bajaron del auto y mostrando sus identificación, entraron, el lugar estaba lleno de jovenes como ellos, algunas parejas bailando pegados, la musica retumbando en todo el lugar y el olor del alcohol y las drogas se sentía en cada rincón.
— Vamos por unos tragos, necesito alcohol en mi sistema.
— Tu siempre necesitas alcohol Calum.
— Dejame ser feliz Luke, siempre malogrando mi entusiamo.
El grupo de amigo se acercó a la barra, pidiendo unos shots de tequila, querían igualarse a los demás jóvenes que se encontraban ahí, y olvidar aquella correcta vida que fingian tener.
El alcohol y la droga aparecierón, anfetaminas, tequila y marihuana, los desconectaron de sus mentes.
Besos entre personas que no conocian, cuerpos chocando con los suyos y bebidas alzadas al cielo, la noche era joven y los alfas la disfrutaban como nunca, aunque quizas la vida nunca estuvo de su lado, y su mayor preocupación se volvia realidad.
Massimo, tomaba a su hijo del cuello, sacandolo del lugar, con fuertes fermonas de furia asustando a los omegas que se encontraban cerca.
- Se puede saber que mierda haces aquí.- apretó la mandíbula.-¿Qué si alguien que nos conoce te ve en este estado?.- su ceño se frunció.- ¿Te drogaste?.-su mano fue a parar directo al rostro del alfa- ¡Responde idiota! ¡¿te drogaste Harry?!.― el rizado no respondió.― ¡Nunca más te volverás a ver con esos malditos chicos!.― empujó al chico contra la puerta del auto.― ¡Entra al jodido auto!
— No, ¡Estoy cansado de hacer todo lo que quieres, soy tu puto hijo no tu maronieta!
— Entra al puto auto si no quieres que te mate frente a tus amigos de mierda y toda esta gente — con fuerza, lo empujó dentro del auto haciando que golpeara su cabeza.
— ¡Gemma debió llevarme consigo, eres un puto monstruo!
— ¡ Eres una puta carga, por eso no te llevó con ella! ¡Solo sirves para traer más y más problemas Edward, ojalá te hubieras muerto como tu madre!
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Ese día, el antes pequeño alfa, recibió una golpiza de su padre, siendo imposible defenderse ante su notable estado, sus costillas fueron partidas y las quemaduras de los cigarillos marcando su piel.
Desde ese día el alfa perdió total contacto con sus mejores amigo, llorando así por semanas, por culpa de su desquiciado y gruñón padre.
Con la llegada del pequeño omega, pudo sentir el cariño que le habían arrebatado desde muy pequeño, aunque sin saber cómo expresarlo bien con palabras o acciones.
Sabia lo cuanto que su padre odiaba a Louis, sabia que este era capaz de hacerle daño, no dejaría que su padre le quite lo que le hacía feliz nuevamente.
Algún día le contaría a Louis la historia todo aquello que vivió y en su momento jamás pudo decirle, encontraría la manera de irse de ese horrible lugar, construir una familia con su omega lejos de toda la maldad, era realmente apresurado imaginar a Louis teniendo a un dulce cachorro en su interior, el joven alfa nunca había sentido lo que sentía por Louis, cuando sus ojos se juntaron por primera vez sentía la necesidad de protegerlo.
El alfa buscaría a esos malditos que le hicieron daño a su pequeño omega, los causantes de sus pesadillas, y los mataría , para hacerlos pagar por todo el daño que le hicieron a su pequeño sol, quien ahora, se había convertido en la razón de su vida.
