Fratellanza (L.S) FINALIZADA

IV

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Los pasos fuertes de Harry, y su penetrante olor a furia azotó toda la mansión.

- DOVE SONO LORO? [¿DONDE ESTÁN? - azotó con fuerza la puerta del salón donde sus guardaespaldas descansaban.

- Cos'è il giovane maestro? [¿Qué sucede joven amo?] - preguntó Josh.

- Hai il cazzo di coraggio di chiedere cosa sta succedendo? [¿Tienes el maldito coraje de preguntar qué está pasando?] -rió, pasando su lengua por dentro de su labio y asintiendo con molestia- Dov'è il cappotto che dovevi consegnare all'omega? [¿Dónde está el abrigo que se suponía que debías entregar al omega?]

- Giovane maestro, I..
[Joven maestro, yo...]

- Ti ho fatto una domanda, DOVE CAZZO E' IL CAPPOTTO OMEGA? [Te hice una pregunta, ¿DONDE CARAJOS ESTÁ EL ABRIGO DEL OMEGA?

- L'ho dimenticato alla reception, signore [Lo olvidé en la recepción, señor]

- Avete idea di cosa può succedere a un omega malnutrito rimanendo esposto per più di due ore al freddo insopportabile dell'aereo? Credi che non abbia scoperto che hanno abbassato il riscaldamento sull'aereo senza il mio permesso? [¿Tienes idea de lo que le puede pasar a un omega desnutrido al estar expuesto más de dos horas al insoportable frío del avión? ¿Crees que no me enteré de que bajaron la calefacción del avión sin mi permiso?]

- Mi scusi giovane maestro [Disculpe joven maestro] - agachó su cabeza, evitando la mirada de molestia del alfa frente a él.

- Vai via [Vete] - ordenó, usando aquella voz que puso en sumisión a todos los presupuestos.

- Ma signore [Pero señor] - intentó excusarse, pero fue interrumpido por la fuerte voz del alfa puro frente a él.

- Avevi solo una cosa da fare e l'hai fatta male [Solo tenías una cosa que hacer y lo hiciste mal] - tomó del cuello al alfa, sus ojos rojos brillantes conectando con la mirada asustada del guardaespaldas - Non voglio vederti qui finché il mio omega non si riprenderà, mi capisci? [No quiero verte aquí hasta que mi omega se recupere, ¿me entiendes?]

- Si signore [Si, señor]

- Vai via [Vete] -lo soltó con fuerza, haciéndolo tambalear.

El hombre arregló su traje, y salió tambaleante del salón.

- Non voglio vedere nessuno di voi vicino al mio omega [No quiero ver a ninguno de ustedes cerca de mi omega] -gruñó, saliendo del lugar gruñendo por lo bajo.

Caminó hasta el ascensor y bajó hasta la planta donde yacía el hospital de la mafia.

- Joven amo, lo estaba buscando -habló el alfa recesivo, mirando la tabla con papeles que llevaba en su mano.

- ¿Pasó algo con el omega?

- De eso quería hablarle -acomodó su bata y las gafas que caian sobre su nariz- Luego de los exámenes realizados al joven Louis, nos hemos percatado que el joven omega consumió cocaina en, aproximadamente, las últimas veinticuatro horas, además de fuertes lesiones visibles en su cuerpo.

- ¿Qué quieres decir con todo eso?

- Según se nos informó, el joven Louis llegó aquí hace menos de 2 horas, ¿es eso correcto? - preguntó, recibiendo un asentimiento por parte del alfa- Aunque no pudimos interrogar al omega al respecto, todo nos indicaría que el joven Louis ha sido víctima de una violación, o varias: por las notorias lesiones en su cuerpo y un leve sangrado en sus genitales, lo que nos indicaría lesiones en aquella zona de su cuerpo.

La garganta de Harry se cerró.
Se sintió uno más del montón de hombre que marcó sin pudor el cuerpo de aquel joven.
Aunque sus manos nunca se posaron sobre el, sabe que dentro de la cabeza del omega el era igual a todos aquellos hombres que algún día lo compraron.

- ¿Puedo entrar a verlo?

- Lamento tener que negarme a su petición, joven amo - se disculpó - El joven Louis se niega a interactuar con personas que no sean omegas del sexo femenino, sería de ayuda que intente que el omega confíe en usted, las omegas que trabajan aquí regresan a casa temprano, dejando la guardia nocturna a los betas - comunicó - Debo atender a más pacientes, si necesita algo puede llamarme inmediatamente, con permiso.

Harry se mantuvo pensante ante lo que le había comunicado el doctor de la Fratellanza.
Luego de soltar un fuerte suspiro, se encaminó a la habitación del omega que hacía un momento se había desmayado en sus brazos.

Estaba extrañamente asustado ante como el omega podría reaccionar a su repentina presencia.
Arregló su traje cuando se encontró frente a la alta puerta de madera que lo separaba del omega.

- ¿Louis? -preguntó, abriéndose pasó a la lujosa y extensa habitación de hospital.

- Lárgate de aquí -gruñó, sin mirar al alfa.

Louis yacía pálido sobre la cama, con diversas bolsas de lo que creía suero y medicinas conectadas a su vena.

- Yo solo quería saber- intentó hablar, siendo interrumpido por El omega.

- Te largas de acá o atravieso tu puto cráneo con el maldito fierro del porta suero.

- ¿Puedes calmarte?

- ¿En serio? ¿Eso es lo mejor que tu puta cabeza italiana pudo pensar? -preguntó incrédulo- Te largas en este puto instante o hago un maldito escándalo que hará que hasta tus putos muertos se levanten de su jodida tumba. Lárgate de una vez antes de que te rompa tu estupida cara - amenazó, haciendo que sus ojos se tornen amarillentos.

El alfa, sin saber como reaccionar, salió en silencio de la habitación.
Había entendido poco de todo lo que Louis le había gritado, pero estaba seguro de que nada bueno había salido de su dulce boca.
Pasó con frustración sus manos por su cabello, sus rizos chocolate cayendo sobre sus hombros, y su mirada dura, adornada de aquellos oscuros ojos verdes, lo hacían tener una presencia imponente.

Caminó frustrado había el ascensor, subiendo hacia el bar de la mansión.
Necesitaba un poco de alcohol para suavizar toda esta situación que lo había enloquecido.

Al llegar abrió las rojizas puertas del sofisticado bar, y se sentó en la barra.
Frente a él fue posado un gran vaso de ron junto unos cuantos puros de su colección.

Dejó al rojizo licor acariciar su boca, mientras prendía con paciencia el puro entre sus dedos.
Inspiró el humo del puro, alzó su cabeza fijando su mirada al techo y soltó el humo mientras cerraba sus ojos.

Necesitaba demostrarle al omega que no le haría daño.

Pero su notable torpeza al hablar y la brecha del idioma que los separaba, no ayudaba en nada en su misión de ganar su confianza.

No sabía cómo reaccionar frente a diversas situaciones, y actuaba con ira la mayor parte de las veces.
Era un tipo amable pero poco suave al actuar muchas veces, su padre le había impuesto una actitud dura desde pequeño y no sabía cómo verse menos imponente en los ojos del omega que ahora cuidaba.

¿Algún día Louis podría confiar en mi?

Se preguntó destapando otra botella, el alcohol parecía ser el mejor aliado para callar su atareada cabeza.

Tantos problemas, tantos miedos, tantas dudas.
Que fueron aplazados por los ojos azules de un joven que acapararon su conciencia.

Lo odiaba.
Detestaba aquella sensación de no poder dejar de pensar en alguien, porque aquel extraño sentimiento era totalmente nuevo, y realmente lo odiaba

Besitos mafiosos, muaaa ~
Ash☆