Louis, desde su adolescencia, fue prostituido al presentarse como omega recesivo.
Harry, futuro heredero de la más grande mafia de toda Italia, compraría al omega sin saber las consecuencias de aquello.
La punta y la base de la gerarquia unidas por...
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Habían regresado a la mansión nuevamente, pero realmente ningún lugar se sentiría como aquella hermosa casa en París.
El alfa no había parado de escribirle dulces notas a Louis, el realmente amaba hacerlo, a pesar de lo atareado que podía estar, solo quería ser detallista con Louis.
"Me gusta la forma en la que pierdes tus ojos en los míos, como una combinación perfecta, como si tus ojos fueron echos para conectar con los míos"
"¿Es quizás, el azul de tus ojos y el verde de los míos, la mejor combinación? Yo creo que si"
"mia dolce creatura" [mi dulce criatura]
Louis pasó sus dedos sobre aquellas notas, imaginando a Harry con su pluma en mano, pensando que dulces palabras escribirle. Louis era consciente que el padre de su alfa lo odiaba, lo sabía por los diversos acontecimientos que habían pasado desde su llegada y las constantes peleas entre el alfa y su amante.
Aquella casa se sentía demasiado callada, solía haber demasiado ruido todo el día, alfas, betas y algunos omegas corriendo de arriba a abajo, algunos llevando papeles o alimentos.
El omega asustado, no quiso salir de la habitación en la que me encontraba, Harry se encontraba trabajando, por lo cual estaba solo.
Tomó su teléfono dispuesto a llamar a Niall, no tenía un buen presentimiento.
- Hola Lou.—le saludo al otro lado de la línea.
- Hola Ni, ¿crees que puedas venir a mi cuarto?.― preguntó algo nervioso.
- Mhm.—algo le ocurría a su teñido amigo— Te llevaré el desayuno.
Antes de este poder contestar, el silencio reinó la llamada, le había colgado.
En lo que esperaba a su rubio amigo, el pequeño se colocó una camiseta de su alfa y unos pantalones, sentía un aura tensa rodeando la casa y el aroma del alfa parecía calmar la ansiedad que le causaba el ambiente.
La puerta fue tocada suavemente, al abrirla, Louis pudo ver a Niall, con una bandeja en mano y algo escondido en su espalda.
-¿Qué es eso?- pregunté intentado ver que tenía ahí.
- Hola Niall, ¿Como estás? Si muy bien,¿y tu?- rodó los ojos.
El omega soltó una leve carcajada, y se hizo a un lado para que su teñido amigo entrara a su habitación.
- Bueno, el Don Massimo me dijo que te diera esto.—dejó una cajita en la mesa.
- ¿Qué es e— Louis se quedó estático.— Tengo que hablar con Harry, el debe darme permiso para tomarlos, soy de su pertenencia, y puede enojarse si se entera que los tomé sin decirle — habló con rapidez, sus manos temblando sobre su pecho.
- No no.— Dijo tomando su mano.— Harry me mataría por darte esto.— mordió su labio inferior nervioso.— Sabes cómo es esto, Harry podría matarme por darte esto, solo tomalas sin que el sepa.
— N-no puedo hacer eso, Harry me puede dar una paliza si las tomo, puede hacer lo mismo que ellos — susurró, llevando sus manos hacia su cabello y jalándolo con fuerza, llorando silenciosamente ante los inevitables recuerdos.
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— ¿Tu los quieres tomar? —el alfa revisaba la pequeña caja de pastillas entre sus manos.
—No lo sé.—las manos del más pequeños sudaban.— Eso depende de ti Harry.
- Cariño- dijo tomando entre sus manos suavemente el rostro de su omega.— Tu decides si tomarlos o no, el que sea tu pareja no me da ningún tipo de derecho a elegir sobre tu cuerpo, además tú serás el que tendrá cachorro aquí.— puso su mano sobre el abdomen del ojiazul— un pequeño cachorro con mis ojos y tu dulce carácter.
- Te imaginas, un pequeño cachorrito.— los ojitos de Louis brillaban por la ilusión que aquellas palabras le provocaron.
- Cariño, eso sucederá cuando tú estés realmente listo ¿está bien?- juntó sus labios con los de Louis en un tímido beso
- Alfa.— susurró.—¿tu realmente quieres tener un cachorro conmigo en algún momento?
- Claro que sí amor, ¿Por qué lo dudas?― la expresión de este era de total preocupación.
- Solo quería estar seguro- dijo dejando nuevamente un tímido beso, que fué aumentando su intensidad con los minutos, habían perdido aquel miedo, ese que nos los dejaba disfrutar del todo de los cálidos labios del otro.
El calor envolvió la habitación, Harry pasó lentamente su lengua por los labios de Louis, pidiendo el paso de esta. Lentamente pasó sus besos hacia el cuello de este, lamiendo y dejando pequeñas marcas.
- Algún día aquí.—dijo besando su cuello.— Estará mi mordida.
Unos golpes desesperados sacaron de la burbuja en la que ambos se encontraban.
- Espera aquí yo iré.—dijo Harry yendo hacía la puerta.
- Niall, que sucede- podía oler el olor a nervios de Niall.
—C'è qualcuno che circonda la casa, abbiamo visto il padre di Louis [Hay alguien rodeando la casa, vimos al padre de Louis] —el teñido temblaba, su rostro lucia pálido y completamente asustado.
—Invia tutti gli alfa. Lascia che portino tutte quelle dannate pistole, che nessuno abbia paura di sparare per un momento. Hai Capito? [Envía todos los alfas. Que lleven todas esas malditas armas, que nadie tenga miedo de disparar ni por un momento. ¿Entendiste?] —los ojos del alfa empezaron a volverse rojos, sus colmillos crecían a la vez que soltaba ahogados gruñidos.
Niall corrió y Harry tomó con fuerza al omega corriendo hacia el reloj, el alfa moviendo una de las manecillas, abrió un escondite en el piso de la habitación.
- Quiero que entres y por nada del mundo intentes salir.— le ordenó
- Harry no me dejes- los ojos del omega se cristalizaron. El miedo lo carcomía.
- Niall vendrá y estará contigo, tengo que ir a ver qué sucede todo estará bien― besó la frente del omega, rogándole a las estrellas que nada malo llegara a pasarle.
Sin más Louis entró a aquel lugar, y un Niall agitado se hizo presente en la habitación, se metió junto a Louis y cerraron la invisible "puerta"
—Que nada malo le pase a mi Sol. —pidió el alfa mientras corría.
