Louis, desde su adolescencia, fue prostituido al presentarse como omega recesivo.
Harry, futuro heredero de la más grande mafia de toda Italia, compraría al omega sin saber las consecuencias de aquello.
La punta y la base de la gerarquia unidas por...
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El cortejo de Harry había empezado, este veía horas de horas películas de romance, para saber que hacer, donde llevar y que regalarle al omega, aunque su actitud torpe frente al amor lo volvía algo timido al demostrar afecto, Louis amaba como este se esforzaba por brindarle todo el cariño posible.
Louis se encontraba en su cama, leyendo con una sonrisan aquel libro donde guardaba todos las notitas que le daba Harry, el alfa había empezado aquello desde que estuvo internado, puesto que no podía verlo mucho por culpa de su padre, y su insistencia de que buscara a otro omega, que no cuente con el gen recesivo como el.
"Nunca olvides que eres increíble, eres realmente fuerte mi sol.
Pdt: Niall me ayudó a escribir esto, no sé cómo escribir en tu idioma, lo siento.
H x"
No pudo evitar sonreír, dejó el pequeño libro, y tomó la cajita que encontró sobre el aquella mañana, encontrando un pequeño brazalete, del que colgaba una soga. Dejando el brazalete nuevamente en su cajita, se dirigió al baño, tomó una caliente ducha, para posteriormente ponerse alguna camiseta que Harry guardaba en su armario, porque si, desde que había empezado el cortejo y las bajas temperaturas azotaron Italia, el alfa le dejaba usar su ropa calentita y grande.
Aburrido en su habitacion y con la casa más callada de lo normal, Louis se dirigió hasta la cocina, encontrándose así a Niall y un dulce moreno junto a el.
- Hey Ni, ¿cómo estás? -dijo llamando la atención de ambos.
- Hola Lou -dijo sonriendo.- Zayn, el es Louis. Louis el es Zayn
—Hola.- soltó en un tímido susurro el moreno.
Zayn era alguien realmente hermoso, tenía grandes pestañas, ojos oscuros, su rostro parecía tallado por los dioses y algunos tatuajes brillaban sobre si piel oscura.
— ¿Quieres tomar algo? —preguntó el rubio, moviendose con rapidez por la amplia cocina.
— Un té y unas tostadas con mermelada estarían bien — sonrió— gracias Ni.
— Nada que agradecer, futuro joven maestro — bromeó.
— ¿Eres tú aquel omega del que todos hablan? — soltó sorprendido el moreno— no mentían cuando decían que lucías exactamente como un angel.
— Exageran mucho — soltó avergonzado— demasiado cumplidos para un omega recesivo.
— Ser diferente no está mal, la sociedas carga muchos prejucio sobre aquellos que son diferentes, pero no hay nada que temer, algunas veces ser diferentes es lo que nos hace especiales.
— Zayn tiene razón Lou — sonrió, dejando el té y las tostadas frente a el — no hay que tener miedo por ser diferentes.
El sonido de la puerta abriéndose, interrumpió la charla entre los omegas, un alfa de ojos marrones al igual que su cabello, vestido con un traje vino, apareció frente a ellos
