XXIV

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Los ojitos de Louis brillaban, una dulce sensación creciendo en su interior

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Los ojitos de Louis brillaban, una dulce sensación creciendo en su interior. Sus mejillas empezaban a arder y su interior poco a poco se prendía en llamas.

—Estás caliente, ¿estás bien Lou? —una de sus manos paró en su mejilla, sintiendo el calor que irradiaba la piel del ojiazul.

—Yo-ngh —sus piernas temblaron— T-todavia no debería estar en celo —miró al alfa, con brillantes ojos amarillos.

—Aguanta un momento pequeño —salió de la habitación con el niño en brazos.

El calor cada vez era más insoportable, Louis arrancaba con desesperación las prendas de su cuerpo, su entrada goteando con desespero y su cuerpo contrayéndose ante el contacto de las telas de la cama.

El alfa entró asustado, su mandíbula tensada intentando controlar sus impulsos ante tan exquisito olor.

—Non doveva succedere, vuoi che porti i tuoi soppressori? È meglio che li port comunque [No se suponía que sucediera, ¿quieres que traiga tus supresores? Mejor los traigo de todos modos] —el se dio media vuelta con intención de salir del lugar, el peso de un cuerpo en su espalda lo detuvo y el caliente suspiro en su cuello lo hizo temblar.

—Lo necesito Harry —lamió el cuello del alfa haciéndolo temblar nuevamente —te quiero adentro, te quiero totalmente mío —sus manos viajaron bajo la ropa del alfa, haciéndolo suspirar y contraerse ante el toque de sus frías manos.

Louis gimió al sentir la boca ajena junto a la suya, una explosión de excitación y necesidad estalló dentro de ambos. Los labios de Louis danzaban con necesidad y desesperación sobre los de Harry. Las manos del alfa viajando sin pudor por todo el cuerpo del omega, que temblaba bajo su tacto y gemía por más contacto.

Louis llevó sus manos hasta el rostro del rizado, apartando su rostro y dejando libre acceso al cuello de este, lamió y besó el lugar con necesidad de empaparse del exquisito aroma de su alfa, dejando tenues marcas rojas que se intensificarían sobre la piel dorada de su amante.

Harry colocó su mano con posesión en la espalda baja del omega, atrayéndolo a su cuerpo en busca de más contacto. Delineó los labios de Louis con la punta de su lengua, esté dándole acceso a introducirla por completo, sus lenguas danzaron con lujuria, atrapándose y lamiándose con lascividad.

—Acuéstate boca abajo, dejame adorarte un poco —le susurró, su voz sonando rasposa y lenta.

Louis deslizó sus ropa interior por sus piernas con lujuria, dejando a la vista su húmeda entrada mientras se acostaba en la cama.

—Baja un poco tu cadera —ordenó, acariciando con suavidad aquella zona.

—¿Te gusta así? —bajó sus caderas, dejando expuesta su entrada bajo la la obscena mirada del alfa.

—Me encanta así —gruñó, pasando sus dedos por la húmeda entrada— Lou, aquí... es un color tan sexy .

La boca de Harry capturó la entrada de Louis, el calor de su lengua acariciando aquella sensible zona. El omega se deshacía en gemidos, empujando sus caderas en busca de más de aquella exquisita sensación. La legua del alfa se abrió paso por la entrada del ojiazul, quien apretó los deditos de sus pies y gimió alto ante tan magnífica sensación.

Fratellanza (L.S) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora