XVII

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Habían pasado semanas desde la desaparición de los omegas

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Habían pasado semanas desde la desaparición de los omegas. Semanas de búsqueda imparable, y sufrimiento inminente. 

El joven alfa se encontraba encerrado en su habitación desde su alta, su estado decayendo con los días. Harry no comía ni dormía por la angustia de no tener a su pequeño lobito junto a él, porque su olor se iba desvaneciendo de entre las sábanas y su lugar ya no permanecía calentito como solía estarlo. 

Harry ya no despertaba con leves caricias en su cabello ni con el par de ojos cielo que le regresaron la vida.

Harry  todavía le escribía notas, puesto que había encontrado el cuaderno en donde Louis las guardaba, fue pegando una a una, en lo que el tiempo pasaba, porque sabía que a Louis le gustaría ver todas aquellas notas  que escribió en sus ausencia.

Estaba seguro que aquel entierro que vio en la televisión fue una total mentira, que querían hacerle creer que su lobito estaba muerto para que dejara de investigar, pero él no pararía hasta encontrarlo.

Los leves golpes en la puerta lo alteraron.

—Liam lárgate no quiero hablar contigo ni con nadie.― gritó molesto.

—Soy Niall, ne-necesito hablar contigo.― pidió, con voz temblante.

—Que mierda quieres Niall, no entiendes que quiero estar solo.― gritó con más fuerza asustando al omega.

—E-es sobre Louis.

Apenas el alfa escucho el nombre de pequeño omega, se levantó y abrió la puerta.

—¿Qué es lo que quieres?

— Ellos se llevaron a Louis y-y — intentó explicar, mientras su voz se cortaba— lo durmieron, ellos lo tomaron p-por la espalda y-y

—Lárgate  ― demandó, sus labios temblando, intentando contener el llanto.

—¡No estoy mintiendo, tienes que creerme Harry! —los ojos de este se cristalizaron.

—¡No tienes idea del tiempo que llevo buscandolo, no tienes idea el dolor que sentí al ver ese jodido funeral, para que vengas a decir más mierdas!― dijo cerrando la puerta en el rostro del teñido.

Corrió directo a su cama y lloró, gritando de la forma más dolorosa, ellos le habían hecho daño a su cachorro, le habían arrebatado aquel pedazo de alma que le faltaba.

No quería creer en las palabras del rubio, quería pensar que él simplemente había corrido lejos y había encontrado un lugar seguro en el que ser libre, y él estaba allí esperándolo.

Su teléfono sonaba con insistencia, había descuidado tanto la mafia que todos los socios empezaban a desaparecer, tenía una pila de sobres y cartas esperando por el, pero no tenía las fuerzas suficientes para pensar en algo que no sea Louis. 

Sin pensarlo más, limpió sus lágrimas y caminó a su oficina., porque sabía que Louis pronto estaría otra vez allí para resivirlo.Tomó entre sus manos algunos de los tantos sobres de papeles y contratos que se encontraban sobre su escritorio, leyéndolo con pereza, habían demasiadas cartas de la Bratva, que quizás debería contestar luego, de todas formas eran aliados importantes.

Mientras este leía una de las tantas cartas que habían enviado, tocaron la puerta.

- Pasa, qué más da.― soltó sin ánimos.

Se abrió la puerta lentamente y Harry pudo  ver a Liam, se veía mal, estaba notablemente más delgado y con grandes ojeras bajos sus ojos, sus ojos miel lucían tan apagados, haciendo que el pecho de Harry se oprimiera.

- Te ves de la mierda —dijo riendo levemente Liam.

- Tu también te ves de la mierda — sonrió levemente— Bueno —dijo juntando sus manos—, ¿qué haces aquí?

—Todo es demasiado raro —soltó un leve suspiro— no sé en qué momento Zayn desapareció, ni las cámaras captaron a Louis huyendo. El único dato que tenemos son las actas de defunción del hospital, pero nadie nos dice cómo es que ellos dos murieron — su voz tembló — Mi zy estaba bien, él estaba conciente la última vez que lo vi.

—Llama a Niall.

Liam, confundido, salió en busca de Niall, mientras que Harry caminaba nervioso por toda la habitación.

— Joven amo, ¿necesita algo?

— Repite lo que me dijiste.

Liam lo miraba confundido.

— Ellos se llevaron a Louis y muy probablemente a Zayn también. Cuando Louis salió corriendo de la habitación yo lo seguí- sus ojos empezaron a cristalizarse- alguien lo tomó por la espalda, se lo llevaron — sollozó — el tipo era tan grande y yo tuve tanto miedo que no pude moverme, fue mi culpa que se lo llevaran,

El joven alfa tomó entre sus brazos al teñido, llorando silenciosamente.

— No fue tu culpa, fue mía por ser tan débil y no poder protegerlo.

— Tienes que salvarlos —rogó entre lágrimas el omega— yo puedo ayudar pero por favor hagan algo.

— No tenemos que perder más tiempo Harry, tenemos que actuar de inmediato.

Odio mi propia historia :b

Besitos ruidosos

Fratellanza (L.S) FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora