La relación de Luisa y Diego no era la única que avanzaba. Entre Felipe Jiménez e Isabela Sandoval también sucedían eventos que daban giros interesantes en la historia.Pero hay que empezar por el principio. Después de su impactante conversación donde se habían revelado los sentimientos y se habían plantado los puntos de vista de cada uno, Isabela buscó refugio en aquella persona que según ella sí la entendía, que no le complicaba la vida. Se reunió con Andrés Castiblanco.
— ¿Qué te pasa? —le preguntó el pelinegro al verla agobiada y perdida en sus pensamientos.
—Un man que me tiene mal —respondió fastidiada.
— ¿Cómo así? Isabela Sandoval enamorada, ¿y eso desde cuando? —dijo el joven, impresionado en gran manera.
—Obvio no, yo que me voy a estar enamorando —se apresuró a contradecir la idea —. Mira, te voy a contar para que sepas que pasa.
Le contó al pelinegro el interés que tenía por Felipe Jiménez. Mencionó ciertos acontecimientos que ilustraron mejor la situación: el primer encuentro, lo sucedido con Magdalena, y por último, la conversación que habían tenido en la mañana.
—Pipe es super moralista, super religioso —concluía la joven. No se guardaba su molestia sino que por el contrario dejaba salir toda la rabia que la consumía —. El man quiere disque casarse y tener hijos, ¿puedes creerlo?, osea, ¿Quién en pleno siglo XXI cree en el matrimonio?
—Total. Que man tan anticuado —Andrés se puso coqueto —. Pero ya, deja de perder el tiempo con él, sabes que me tienes a mi para pasarla bien.
—Yo sé que tu si me entiendes. Tú si sabes disfrutar la vida. Pero es que tu no sabes como me molesta esto —Lanzó un grito de desagrado —. Y lo peor, es que tuvo el descaro de compararme con la Magdalena santurrona inmunda esa.
— ¿Magdalena es… la de la fiesta? ¿La virgencita?
—Esa misma. Que tal, compararme a mí con semejante moscorrofio —comenzó a hablar de manera sarcástica —. Que con ella si estaría dispuesto a tener una relación todo porque ella es una mujer decente y de principios.
—Ya, no te pongas así —Andrés se sentó a su lado —. Te propongo algo. Yo te ayudo con la virgencita, con eso te doy el espacio para que logres conquistar al amargado ese de la tienda.
— ¿Ayudarme? ¿Cómo?... ¡Andrés! ¿En serio tu serias capaz de estar con esa vieja? —Se mostró incómoda frente a aquella idea.
—La morenita tampoco es que esté tan mal, aguanta. A ella lo único que le hace falta es que alguien la agarre, y en una cama le enseñen lo que es gozar de verdad.
—No, de verdad, que asco. Tu no tienes límites. —Seguía indispuesta.
—Isa, piénsalo. Yo te quito a la virgencita de en medio, y tu te puedes acercar a Pipe. Quien quita que al final terminemos todos pasándola rico —se echó a reír.
—Si claro, felices los cuatro —le siguió la idea.
— ¿Y entonces? ¿Qué dices Isa? ¿Le entras al juego? ¿Si o no?
Lo pensó por un momento. Luego, dio su respuesta: —Está bien, aunque sea para divertirse un rato y ver cual de los santurrones cae primero.
— ¡Eso! —celebró el pelinegro —. Tú consígueme el número de la morenita, y del resto me encargo yo… que se tenga la virgencita, porque Andrés Castiblanco, le va a hacer el milagrito.
Y así, este par de jóvenes comenzó un perverso juego para seducir a Felipe y a Magdalena. Estaban decididos a hacerlos caer. Su manera de pensar tan libertina los dominaba por completo.
ESTÁS LEYENDO
El amor es más fuerte
SpiritualLuisa Fernanda Jiménez es una joven apasionada y luchadora, es estudiante de diseño de interiores próxima a graduarse; además de ello, está entregada por completo a su fe, a tal punto que ha sido provista de un don especial con el que se dedica a se...