Ashton
Y la maldita canción tenía que ser pegajosa.
Desde ayer, tal cual masoquista no podía quitarme la letra de la cabeza. Cada parte que examinaba, cada fragmento de la canción que repetía estaba dirigido a mí.
If I love you, I dont remenber.
Claramente, lo que pasó en Las Vegas.
This is the end, i dont care if Ashes left.
Ja. Casi podía reírme de la hipocresía.
No diría que estaba bien, después de eso no podía estar bien, pero la furia quemaba más que el dolor. Miro el blanco techo de mi habitación, necesitaba despejar mi mente, de alguna manera, y sacarme esa estúpida canción de la cabeza.
Me pongo las zapatillas, un short y salgo del departamento.
—Disfruta lo que queda —me digo—, apenas se extienda la noticia tendrás una fila de reporteros afuera y querrán saber todo sobre la relación y la maldita canción.
Me pongo a trotar hasta que llego al parque, una vez allí corro. Como si con eso fuera a dejar todo atrás.
Dolía, en verdad dolía como los mil infiernos puesto que no me lo esperaba, en ningún momento se mostró disgustado, cansado de esto.
—En vez de ser cantante debería ser actor.
Lanzo un grito y acelero, el dolor en mis piernas mitiga mis pensamientos.
Maldito gilipollas, dos pueden jugar el mismo juego. Enojaste la princesa de la manipulación
Dayanne me enseño que a pesar de todo lo malo, de la más fea traición, no dejes que eso afecte tu orgullo eso es lo último que debes perder. Camina siempre con la cabeza en alto.
Lo entiendo perfectamente ahora. Ya solo tenía dos opciones, y estaba lo suficientemente furiosa como para si quiera considerar una. Alan ya me había hecho daño y esa vez huí sin enfrentarlo, fueron mis sentimientos con los que inconscientemente jugó. Ahora es diferente, ahora sabía cómo reaccionaría, ahora quiso jugar conmigo públicamente.
Y por Dios que no me quedaría tranquila.
Tengo mi orgullo.
Y más que a él me quiero a mí misma y joder que no permitiré que me haga eso, que Dark Crescendo se burlara de mí de esa manera.
Podía ser una perra si me lo proponía, y para sobrevivir a esto tenía que sacarla a flote de nuevo.
Si creía que me escondería de la prensa por miedo se equivocaba, ahora los utilizaría a mi favor. Detengo mi carrera y saco mi celular. Como siempre contesta a la primera llamada.
—¿Tara?
—Ash, que sorpresa.
—Necesito hablar contigo. Yo quiero volver.
—Mi oficina, ahora. Finalmente entraste en razón querida.
Más que entrar en razón, creo haberla perdido por completo.
***
Personalmente no tenía nada contra Tara, fue mi representante la primera vez por mandato de mi madre y hacia bien su trabajo, te hacia brillar más que los demás...
Pero era una bruja que consumía tu vida.
Aunque en este instante que me chupara la juventud era la menor de mis preocupaciones.
—Mi chica dorada, finalmente regresas.
—Decidí comenzar de cero. Espero y puedas ayudarme con eso.
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Desastrosos Felices para Siempre
Chick-LitTodos dicen que casarse con el hombre de su vida es un cuento de hadas. No podrían estar más equivocados. La vida de la chica de Hollywood, Ashton Wood, está a punto de quedar patas para arriba. Comenzó con un estás castigada, en el medio hubo una b...