Capítulo 5

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:::2 semanas antes::

―Te lo dije. Es el clásico caso de la manzana que no cae lejos del árbol

El hombre de cabellos pelirrojos que habló desde la cabecera de la mesa estaba exquisitamente vestido con un traje hecho a mano. Ash podría apostar que era de esos que te podía costar un riñón, tal vez los dos. Y a pesar de que debía estar en sus cincuenta y tantos tenía la apariencia de un modelo de Armani, pero aunque no apareciera allí, la  mayoría de las veces lo podrías encontrar en las páginas del Wall Street Journal, al lado de la sección donde tambien encontrabas a William Anderson.

Ash intentó no hacer una mueca por el comentario de Victor Munich, viendo que él era el líder del imperio de negocios multimillonario Vc. Munich, por ende dueño de casi todas las Vegas, y por último pero no menos importante padre de sus dos mejores amigos.

Quizá si hubiera sido Silver el que hubiera hablado, ella hubiera hecho una mueca y llamado la atención por su tan despectivo comentario hacia Misael. Pero quien hablo fue Victor y, bueno, siempre tenía razón. De alguna manera.

Sentado frente a Ashton, Misael  Lane le dio a su suegro una mirada divertida.

―Otra sesión de indirectas para mí, ¿no? ―le preguntó a su esposa.

Alto, imposiblemente lindo y con un cuerpo de muerte, Misael había evolucionado del chico delgado, tímido y con lentes que alguna vez conoció. Pero de hecho…

¿Acaso algo era igual a como era hace 7 años?

Becca, su loca amiga soltera, la irresponsable chica que disfrutaba de la vida, ya tenía un hijo de seis años, era una madre amorosa y se había casado. Eso era suficiente para notar que nada era igual.

Ashton miro a Misael que miraba a Victor con un sonrisa, al parecer estaba acostumbrado a los insultos ocasionales que le dirigían los miembros sobreprotectores de la familia de Becca.

―Estoy segura de que… ¿no? ―Becca estaba claramente hablando con sarcasmo.

―Sister recuerda tu mal gusto en los hombres ―Silver me miro ahora a mí―, y porque pasaste mucho tiempo con ella, también has desarrollado el mismo mal gusto en los hombres. Mira que te casarte con Alan Bates.

―Hijo, recuerda que es tu amigo ―menciona Victor tomando una copa de su vino, pero tiene una clara sonrisa en su rostro.

―Y por eso sé que es un IDOTA. ¿No me dijiste que pensaste lo mismo de su padre?

Ash, aguanto una risa. Pero miro a Silver con suficiencia.

―Que no se te olvide quien me empujo a él en primer lugar. Yo quería ir al baño.

―Y fuiste. ―rebaté Silver.

―Y fui, pero al baño de Dark Crescendo.

Silver no puedo aguantar la sonrisita. Su tonto plan salió mejor de lo que esperaba, en ese instante. Claro no contó con que los cuatro perdieran sus cinco sentidos y que él terminará firmando la sentencia de sus amigos.

―Está gravado  en piedra ―señala Victor con su tenedor mostrando el pedazo de carne a Ashton―, que los chicos Bates siempre rompen el corazón de las chicas Wood. James lo hizo con tu madre, esperemos que Alan no lo haga contigo.

Silver cubrió los ojos y oídos de Marcus para articularle “jódete” a su padre. Ashton solo negaba levemente.

¿Cómo fue que terminaron hablando de ese tema?

―Tío ―el pequeño Marcus ―protestó.

Como su tío, él estaba vestido espectacularmente para una simple cena en la mesa. Y al igual que todos los presentes podíamos ver que Marcus era la viva imagen de Silver de pequeño, sino fuera porque tenía el mismo tono de cabello y color de ojos de Misael, podría pasar como el hijo de Silver.

Desastrosos Felices para SiempreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora