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33: El acertijo del puente.

—Qué desagradable...

—Es realmente terrible.

—Yo diría deplorable.

De repente me vuelvo más consiente de mi entorno y el sueño comienza a esfumarse.En cuanto mis sentidos se ponen alerta me quedo completamente congelada al sentir una presencia muy cercana sobre la línea de mi cabeza.

Al recordar donde me encuentro, mis músculos se llenan de tensión y me preparo silenciosamente para correr en caso de que sea necesario.

—¿Cómo una reina es capaz de roncar de semejante manera?

¿Qué?

—Es vergonzoso.

—La relajaste demasiado con tu flauta.No ha parado desde que el sol comenzó a elevarse.

—No pensé que estaría tan exhausta...

—Sí, bueno...claramente lo estaba.Ahora se va a tragar algo.¿No hay ningún remedio místico para cerrarle la bocota? Eres un dios.Se supone que puedes hacer cualquier cosa que te propongas solo con la mente.

—Buen punto pero ahora no estoy en mi mejor momento.—Una pausa—¿Crees que si le aprieto la nariz el sonido disminuya...?

Al percatarme de que efectivamente una mano se está aproximando sin pudor hacia mi rostro, me siento de un tirón y asesino con la mirada a mis dos acompañantes.

—¿Qué demonios creen que están haciendo?

Yanan tiene la decencia de rascar su nuca y mirar hacia otro lado para parecer inocente.Rhott ni se molesta en fingir.Puede que su apariencia exterior haya mutado pero sigue siendo el mismo idiota infantil de siempre.Ni siquiera las recientes revelaciones con respecto a su procedencia divina cambian ese hecho.

—¿Están tan aburridos que se dedican a observarme dormir?—Los acuso con indignación—¡Lamento recordarles que estamos en una misión, caballeros!

—Tsk.—Rhott se cruza de brazos—Ahora que perdió la dignidad recuerda qué son los modales.Mírenla no más.

—Estoy hablando con seriedad.—Frunzo el ceño y me pongo de pie de forma veloz—¿Quién está haciendo la guardia mientras ustedes pierden el tiempo?

Ambos se miran entre sí.

—Ambos lo estábamos.—Señala el enigmático dios—Hasta que escuchamos un sonido que parecía pertenecer a una bestia.Detecté que venía del campamento y me encontré con Rhott por el camino mientras nos apresurabamos en caso de que fuera un guardián.

—¿El sonido venía...desde aquí?

Vuelvo a tensarme y analizo nuestro alrededor con cautela.

—¿Entonces? ¿Sí lograron reducirlo?

—No fue necesario.—Musita Rhott, frotando su frente con molestia—Resultó ser que la bestia no existió nunca.O bueno...si lo hace vive dentro de tu garganta.

—¿Disculpa?

Yanan debe de percatarse de la mirada asesina que le lanzo a su compañero de guardia al voltearme en su dirección porque automáticamente busca enmendar la situación.

—Eh...lo que él quiere decir es que produces cierto sonido particular al dormir...

—Lo que digo...—Retoma el otro sin pudor alguno—...es que roncas como un marinero.

Nunca escuché el ronquido de un marinero pero me hago una idea ya que ningún cumplido puede venir de él.

—¡Oye, tú...!