25: Marcha nupcial (II).

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—Beban y coman.—Son las palabras de Hyunggu en cuanto me siento en el trono a su lado de forma silenciosa—Hoy es una celebración.

Los gritos y alabanzas llenas de efusión se hacen escuchar antes de que una enorme cantidad de criaturas comiencen a celebrar.Para mi sorpresa, todos ellos están envueltos en finas prendas y sus modales son incluso mejor que los míos.Varios de ellos me saludan respetuosamente al pasar y se inclinan en mi dirección con enormes sonrisas llenas de colmillos.No soy capaz de detectar sus intenciones reales pero por alguna razón sus gestos parecen sinceros, muy diferentes de los que suelen abundar en el plano celestial.De todas formas, me muestro respetuosa pero soy precavida al devolver sus atenciones.

En todo momento siento los ojos oscuros de Hyunggu puestos en mí.Él se está comportando extraño, más silencioso y menos provocador que de costumbre.Supongo que en un día como hoy no quiere tentar su suerte.

Yo, por otro lado, actuo como lo haría un cervatillo ante un depredador astuto: me muestro ajena a su persona e intento llamar lo menos que puedo su atención.

Desgraciadamente, el concurso de miradas unilateral dura demasiado tiempo y mis nervios comienzan a ponerse de punta.

—¿Qué es lo que llama tanto su atención, mi alteza?—Rompo el silencio con un tono bajo y gélido.

—Veo que ahora usas los títulos.

Me equivoqué al pensar que se compadeceria de mí hoy o cualquier otro día.Hay una clara burla en su tono, aún cuando su expresión enigmática no cambie.

—¿No es lo que corresponde ahora?—Lo observo de reojo—El protocolo nos exige tratarnos como...marido y mujer.

—Tu rostro demuestra gran calidez al observarme y a mi gente.—Sus cejas se alzan mientras se inclina discretamente hacia mí—Pero eres mala actriz, querida.—Las dulces palabras que salen de sus atractivos labios son acentuadas a propósito—Tu tono de voz delata tus verdaderos sentimientos con respecto a esta unión.

Mis ojos no dejan los suyos ni por un segundo.Es fácil perderse en la oscuridad que me devuelve la mirada pero yo ya no estoy intimidada por él.

—No son sentimientos que usted desconociera, su majestad.—Respondo, causando que su sonrisa vacile.

Por dentro yo me regodeo a causa de el momentáneo triunfo pero la sensación dura muy poco.Mi actual situación continúa sembrando inquietud.

Estoy casada con el señor de las sombras y las almas.

He salido de innumerables problemas antes pero...

¿Realmente podré salir de este sin hundirme en arenas movedizas?

Las palabras en el plano divino atan...y yo acabo de dar una de las más importantes: acabo de prometer mi existencia con la de alguien más.No conoceré el alcance real de mis palabras hasta que las ponga a prueba esta noche, pero aún así incluso yo sé que no hay nada que pueda separar nuestros caminos ahora.Un hilo invisible nos ha atado a ambos como si se tratara de dos tramos finales y observando el perfil de Hyunggu, me pregunto si él también entenderá la profundidad del asunto.

Una vez alguien me dijo que el dios de la muerte hace todo por una razón...

—¿Así que cuál es?

Su atención se desvía de las criaturas en la pista de baile y se regresa hacia mí al escuchar mis palabras.

—¿Cuál es qué?

—La razón de todo esto.—Juego con el dije que él me entregó de forma distraída—Lo preguntaré una última vez: ¿qué ganas tú?

La roca entre mis dedos comienza a ponerse cada vez más cálida mientras un ligero cosquilleo recorre como descargar eléctricas mis falanges.Es similar a la sensación que tuve al encontrar la caja tiempo atrás pero mucho más fuerte.Sea lo que sea, veo por qué el dios del orden la desea: claramente contiene un gran poder.

Game of gods » KinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora