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35: Último vuelo.

Antes de irme no pude evitar voltear una última vez hacia el oráculo.Como si ella hubiera presentido mi mirada, sus ojos oscuros se fijaron en los míos y su sonrisa enigmática fue lo último que vi antes de que las enormes puertas dobles se cerraran a mis espaldas.En ese simple gesto sentí que escondía algún chiste secreto que no estaba dispuesta a compartir conmigo.

Si sus palabras fueron ciertas, la oportunidad de que nos volvamos encontrar queda abierta y no sé cómo sentirme al respecto.Basándome en toda la travesía que nos hizo pasar y las palabras de Rhott llegué esperando encontrarme con una mente retorcida pero para mi sorpresa descubrí a alguien solitario e increíblemente melancólico.

—Disculpa...—Pronuncio de forma dubitativa—¿Puedo saber tu nombre?

La pequeña criatura que lidera nuestra expedición de regreso ni siquiera me dirige la mirada.Está demasiado ocupado gruñendo en voz baja.No creo que le agrade la tarea de niñera.

—Me llamo Eunji.—Pruebo nuevamente mientras me esfuerzo por no tropezar debido a mi nueva visión...o más bien la falta de ella.

Mi nuevo amigo no es muy cooperativo.Me pega un grito para advertirme cada que me acerco demasiado al risco pero no mucho más que eso.El resto del camino lo pasamos en silencio.

—Puente.—Me gruñe de forma escueta y se detiene repentinamente.

Observo el familiar puente de cristal y luego me regreso hacia él.

—¿No vas a cruzar?—Le pregunto.

Él niega con cara de pocos amigos.

—Bueno...—Aclaro mi garganta y le dedico una sonrisa—En ese caso gracias por guiarme hasta aquí.

Estoy a punto de cruzar el puente cuando su extraña voz me detiene:

—Regalo.

Desconcertada, desciendo mi mirada hacia él y veo que me extiende algo brillante.Lo acepto con curiosidad.

—¿Una bellota?

Se parece a la que Hyunggu me dio para evitar perderme en el valle de los lamentos, excepto que aquella es dorada y esta es de un bello color plata.

—Encuentra entrada.—Dice el pequeñín—Salida también.

¿El oráculo le dio esto para mí?

¿Acaso esto es señal de que ella pretende que vuelva?

—Gracias.—Parpadeo y guardo el preciado tesoro en mi cinturón—La conservaré.

Dado que la criatura se da media vuelta sin saludo alguno y se pierde por las enormes escaleras de roca, doy por terminada la conversación y me giro hacia el puente de cristal.

—Bueno...—Pronuncio bajo mi tembloroso aliento mientras sostengo con fuerza el frasco entre mis dedos—Supongo que es momento de regresar.

Sin más rodeos, me lanzo hacia adelante y me pierdo en un destello plateado.

💀▪️💀▪️💀

Al parecer el regalo del oráculo es tan útil como pensé.No me cuesta en absoluto encontrar el camino correcto de regreso hacia el punto inicial y tampoco hay guardianes que me obstruyan el camino ni moros en la costa.De hecho, no me cruzo con alma alguna y hasta las raíces de los árboles se abren para dejarme cruzar la distancia que me divide de mis compañeros.

Hablando del extraño trío, los tres se muestran muy sorprendidos al verme.Sus ojos no dejan de escanearme de arriba a abajo como si no se creyeran que efectivamente no me falta alguna parte del cuerpo.