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—Es una malagradecida.—Dictamina Bork.

—Mi señor...—La pequeña cola de Grumm se tensa cuando un jarrón de cristal se hace trizas justo a centímetros de su cabeza—No creo que sea la forma correcta de abordar la problemática.Le imploro que se tranquilice o todo el castillo sufrirá de nuevo las consecuencias de su ánimo.Me temo que otro terremoto sería un problema para los cimientos.Incluso la magia que los forjó tiene sus límites.

Escondo la cabeza entre las palmas de mis manos mientras me recuesto en el escritorio, sumamente frustrado.

Había estado ocupado trazando mapas y tratando con algunas de las múltiples problemáticas que surgieron durante mi ausencia, poniéndome al tanto del caos que parecía reinar ahora a mi pueblo, cuando llegaron a mis oídos sus desesperadas palabras.

"Preferiría no seguir existiendo a tal existencia miserable..."

Ninguna duda en su tono.Ningún titubeo.Ella simplemente dejó caer sus palabras con una osada ligereza en mi propio hogar.

¿Acaso era tan terrible y atroz para ella vivir en el plano de las sombras? ¿Eso le parecía tan miserable que prefería en su lugar incluso la muerte?

—¡Qué osadía!—Rujo, alzando lo primero que encuentro sobre mi escritorio para hacerlo trizas una y otra vez.

—Es ofensivo.—Me apoya Bork desde el sofá, en una esquina de la habitación.

Cuando tomo una réplica en cristal del mapamundi que ilustra todos los planos divinos, Grumm se escandaliza ni bien amenazo con arrojarlo a través de la habitación.

—¡Señor, eso no...!

Crash.

Crack.

Silencio.

—Esto se está saliendo de proporción.—Masculla Grumm con estupefacción—Ese mapa fue tallado a mano por la tribú de los demons artesanos y era único en su tipo.

—Nuestro amo también es único en su tipo.—Opina Bork—Y la muchacha no valora lo que nuestro amo hace por ella.

—Exactamente.—Frunzo las cejas y me dejo caer en mi asiento, sumamente molesto—¿Tan repugnante le parece figurarse un futuro aquí? ¡Entonces debería irse! ¡Debería dársela de comer a mis mascotas! ¡O no! ¡Mejor la encerraré durante siglos en una solitaria y oscura bola de cristal donde pueda ver todo lo que sucede a su alrededor, incapaz de hacer nada mientras la sed y el hambre escarban sus entrañas! De ese método sí que puedo confirmar su efectividad.Así sabrá lo que es verdaderamente el sufrimiento.

—Mi señor...usted no quiere decir eso.—Grumm suspira y mueve sus pequeñas manos, buscando las palabras correctas—Quizás usted debería cambiar la táctica a una que no involucre tanto...avasallamiento.

—¿A qué te refieres?—Lo observo—Se conciso, Grumm.

—Ella claramente no sabe qué pensar o cómo sentirse al respecto.Está asustada porque jamás salió del plano celestial, era todo lo que ella conocía y esto es nuevo para ella.Para ella no somos más que una manada de extraños.Sumandole el hecho de que se siente ofendida y herida.Ahora probablemente siente como si usted la hubiera comprado.

No había pensando en ello.Viendolo desde esa perspectiva...

—Él sí la compró, en realidad.

Game of gods » KinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora