27: Entre recuerdos y mazmorras.

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Estoy de vuelta en una enorme biblioteca repleta de archivos y pergaminos, con un millón de libros agrupados a mi alrededor en el suelo.La luz ingresa desde diferentes ángulos y su calidez en el rostro me inventiva a dormir.

«Quiero que te quedes aquí y estudies mientras yo atiendo unos asuntos con Myeong» había ordenado Shinwon con su clásico malhumor ese mismo día.

Quise retrasar el momento de estudio el mayor tiempo posible pero si al volver él se daba cuenta de que no leí ni una página, seguramente me obligaría a devorar el doble de los libros.No me quedó otra opción más que obedecer.Sin embargo, hacía años que estar recluida en mi habitación me había sofocado, por lo que decidí salir a explorar los alrededores y dí con esta antigua biblioteca a las afueras del jardín.La puerta estaba abierta y no creí que hubiera problemas ya que al irme dejaría todo igual para no delatar mi presencia.

Así que aquí estoy hoy.

Encontrar este lugar para mí jamás será lo mismo que abandonar los alrededores del palacio y conocer nuevos lugares más allá de el pequeño mundo en el que se me recluye pero al menos me da un pequeño respiro.Es un lugar muy limpio, organizado y espacioso.A pesar de usarse como un archivero está decorado de una manera muy agradable.

Con un profundo suspiro y los párpados pesados, junto toda la determinación que me queda para terminar el párrafo.

"El proceso de apoteosis o de ascenso de un dios menor se produce una vez que el susodicho pase la prueba que le está destinada.Cada una de las misiones requerirá de ciertos atributos como la sabiduría, el valor y el sacrificio.Para ganar el poder eterno y la omnipotencia, este dios menor debe afrontar sus más profundos miedos e incluso sufrir grandes pérdidas en pos de demostrarse digno a través de actos heroicos y desinteresados...”

Por todos los cielos, ¿cuánto podría extenderse el escriba en una mísera página?

Luego de eso comienzan a hacer una descripción detallada de las misiones de muchos dioses ascentrales y renombrados durante su ascenso.Muchas historias son sumamente tristes, terroríficas y desgarradoras.Claramente para ascender como dioses mayores sufrieron muchas penas y los sacrificios igualaban las ganancias.Me sorprende ver muchos nombres familiares e intento rastrear a Myeong  pero ella no parece entrar en el selecto grupo del autor.De casos como el de Shinwon, de dioses que jamás pudieron ascender, no se comenta nada.Como yo sospechaba este hecho parece ser tomado como algo bochornoso o cargado de deshonor.

¿Algún día yo apareceré en estos libros? ¿Y a qué costo?

Algo contrariada y perturbada, comienzo a pasar con rapidez las páginas sin leer realmente hasta detenerme en la parte que más llama mi atención: el mundo humano.

Ni Myeong ni Shinwon me hablan del plano terrenal y cada vez que quiero sacar el tema a colisión me dicen que el mundo humano es lo último que estudiaré y que por el momento carece de importancia.

Mirando hacia todas direcciones, me aseguro de estar sola y acerco el libro hasta mis narices.Leo lo más rápido que puedo, bebiendo los datos de forma insaciable y mucho más despierta.Los paisajes y las costumbres me maravillan profundamente.Hay muchas que me resultan extrañas, curiosas e incluso irracionales.Pero me maravilla leer sus leyendas e historias tradicionales, su visión sobre los seres divinos y la forma en la que varias culturas poco a poco se fueron distanciando de los dioses.Hay pueblos en los que los templos están básicamente vacíos y las ofrendas de los creyentes se cuentan con los dedos.Esto es un hecho que le preocupa a muchas divinidades mayores y el autor recalca que fue un quiebre en la relación entre el plano terrenal y el divino.

Game of gods » KinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora