23: Eclipse.

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—Entonces es verdad...él está dispuesto a seguir con esto.

El dios del orden se inclina en su gran trono y reflexiona sobre la noticia que acaba de traerle su informante, tocando con lentitud el largo de su barba.

Tiene que admitirlo.Después de tantos siglos, Hyunggu aún logra sorprenderlo.

—Pero es demasiado pronto...—Su heredero tarda en reaccionar—La forma de proceder usual con los matrimonios es que la novia esté pronta a ascender y Eunji...

—Ella claramente está muy lejos de ascender.—Pronuncia con desagrado el dios mayor, golpeteando sus reales dedos contra su báculo.

Los pensamientos corren rápidos por la mente del regente mientras el príncipe continúa interrogando hasta el hartazgo al escurridizo espía.El constante intercambio no lo deja concentrarse en lo que los astros parecen querer decirle y eso comienza a irritar sus humores.

Como siempre, bajo su máscara burocrática e indiferente su hijo es demasiado emocional y voluble.No está viendo la pintura completa porque su capricho con aquella diosa menor está nublando su buen juicio: siempre fue aficionado a las cosas bellas y banales y esta no es la excepción.Eso es justo lo que esa chiquilla encarna, eso y problemas si es que los rumores que rodan su persona son ciertos.

De haber sido otra diosa la que  hubiera prendado a su hijo...

No, eso no cambiaría nada.Tal parece ser que ni siquiera la eternidad y sus lecciones serían suficientes para extirpar la debilidad de él.Es incapaz de dejar de cometer los errores pasados.

—Nada de esto tiene lógica...—Se encuentra diciendo el individuo en cuestión desde su lugar, justo a su lado derecho—Se está arriesgando a adelantar toda la ceremonia ritual y a que su pueblo la rechace por no considerarla apta...

—Desconocemos sus costumbres pero todos dicen que el pueblo de las sombras confía en su regente con los ojos cerrados.—Lo interrumpe su señor y padre, irritado por el constante murmullo—Puede que la ceremonia tenga lugar sin importar que sea una diosa menor sin experiencia.Además, ya conocemos los ridículos rumores que circulan en el plano divino sobre la misteriosa y esquiva diosa que Myeong ocultó durante siglos en su morada.

Hongseok se limita a callar y presionar las manos en un par de puños ante sus palabras, pero el gran dios celestial ignora su claro enojo.Ni siquiera el tenue tono azulado que emerge de entre sus dedos consigue distraer al padre de los dioses de su reflexión.

—Dijiste que la ceremonia tendrá lugar en el próximo eclipse humano, ¿verdad?

El espíritu de luz tiembla bajo la calculadora y fría mirada del dios del orden.

Como una extensión de su poder, el ser casi puede sentir las oscuras intenciones que toman lugar en la mente de su amo.

—Sí, mi señor.

—Ya casi es hora.—Deduce el mayor de forma pensativa antes de frotar su barba—Celebrar una ceremonia durante un eclipse terrenal...—Sus orgullosos labios se tuercen—Está jugando con las supersticiones y va a explotar cada minuto de ello, cada recurso a su mano.

—¿Por qué un eclipse?

—Los eclipses se relacionan con el renacimiento.También simbolizan el fin de un ciclo y el comienzo de otro. Para que una edad nueva pueda nacer, la antigua debe morir.—Alza sus cejas—Es una declaración pública.Tanto para su pueblo como para el resto de los planos.Nuevamente, el señor de las sombras tiene cada aspecto fríamente calculado.

Sin embargo, siempre hay algún hilo del cual tirar y desandar el nudo.La pregunta que se hace el dueño del orden es cuál.

—Padre...—Hongseok lo interrumpe nuevamente, haciendo que su molestia vaya en aumento—Temo que sea muy pronto.No he podido contactar con ella de nuevo a través de la brújula y estoy preocupado de que no esté lista...

Game of gods » KinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora