Entre el silencio y las miradas, JiMin se encontraba hace mas de diez minutos mirando a Min YoonGi fijamente, no le quitaba la mirada de encima en ningun momento, solo cuando pestañaba. Observaba con atención todo lo que hacia, de momento el pelimoradono se había dado cuenta, JiMin estaba en el sofá y Yoon en el comedor con las rodillas pegadas al pecho, fruncía el ceño levemente mientras hacia algo en su cuaderno de dibujo.
JiMin de la nada sintió un revoltijo en el estomago, justo cuando prestó atención a algo que no le había prestado atención y no sabía por qué: Las manos.
Sus manos hacian movimientos delicados a pesar de que sus manos lucían toscas, llenas de cicatrices por todos lados.
Iba preguntarle algo, pero como se le veía muy concentrado, decidió no interrumpirlo.
- M, Y y G . . . Esas son las letras de mi firma, que simple soy . . . - Murmuró YoonGi -.
JiMin alzó una ceja, dudoso.
- ¿Te estás quejando de ser "simple? -.
- No sé, debería tener algún nombre artistico o algo así -.
- Si me lo preguntan, creo que tambien deberías tenerlo -. Habló NuKim, asintió levemente con la cabeza -.
- Nu, hace tres horas te dije que te fueras y sigues aquí -. Reclamó YoonGi -.
- Ay por favor, ni siquiera me preguntaste como me ha ido en todo este tiempo -.
- No hace falta preguntar -.
- Claro, como tu si tuviste exito y ahora tienes tu casa de lujo y tu muñeca inflable real -. Dijo con desprecio -. Ya no te importan los demás -.
JiMin se paró indignado del sofá y se dirigió hasta el hombre de pelo negro sentado descaradamente en su silla roja.
- ¿Acabas de llamarme muñeca inflable pedazo de inutil? -.
A YoonGi se le hicieron los ojos como platos, la voz de JiMin se había vuelto mucho más gruesa que cuando estaba discutiendo con Taehyung.
- Sí, lo hice ¿Algún problema? -. Sonrió con malicia-.
JiMin enrojeció, y una vena se hizo notar en sue cuello.
YoonGi se levantó de su asiento con toda la tranquilidad del mundo tomó a su hermano por detras, y entonces . . .
- ¿Qué le hiciste? -. JiMin, en cuanto vió a NuKim desvanecerse hacia el suelo, su rojo vivo se volvió de nuevo a su tonó normal.
- Solo lo dormí, lo descubrí cuando era pequeño, no se si sea común que las personas se desmayen cuando les aprietas la muñeca izquierda pero a el le pasa -. Sonrió -.
- Ustedes vienen de gente muy rara -.
Pero mira quien habla, Park JiMin.