- Posteriormente a eso, Mary intento ligar conmigo -. Terminó JiMin con una expresión terrible de asco -. Su tecnica no funciona, primer le hacen daño a la gente y luego intentan "Engañarlos". Hacen esto desde que su padre fue asesinado, por qué ustedes no son los del dinero, el del dinero era su padre -.
El pelirrojo le miró con recelo.
- Ahora ya no tienen nada, por eso insisten tanto en cobrarle a Min YoonGi -.
- Eso no es asunto tuyo -. Reclamó Chanyeol -. YoonGi, todo eso fue un mal entendido, ¿Recuerdas cuando conociste a mi hermana? -.
Fue en un casino, ella tenía el pelo larho y rubio, su rostro era como el de un angel, se veía inegablemente preciosa, solo que Yoon no sabía que ese angelical rostro escondía al mismismo diablo encubierto.
- No. No quiero saberlo, Chanyeol, lo único que nos unía era el dinero ¿No es así? Ya lo tienes, fin -.
- YoonGi, tu y yo fuimos grandes amigos -. Le tomó de la mano -. ¿Por qué no quieres aclarar las cosas? -.
- Cuando me enamoré y viví con ella pensé que hacía lo correcto, un año después se me ocurrió ir de nuevo al cacino, me encontré con una amiga de la infancia, segundos después mi novia nos vió hablar, minutos después Kim Ryu-Jin estaba muerta en el suelo, horas después, posterior a una pelea yo de la nada ya estaba en el hospital con un cuchillo en el brazo. Aún así seguí con ella por qué me hizo creer que era mi culpa, terminamos por qué estuvo a punto de cortarme los genitales ¿Eso crees que es un malentendido? ¿ALGO QUE SE PUEDA JUSTIFICAR? -. Parecía que a Min le iba explotar una vena -.
- Ay no, que feo caso -. Murmuró JiMin con la mano en la frente -.
Chanyeol se quedó callado, ya no sabía como justificar a su hermana, ella realmente no estaba bien, ella le decía que hacer constantemente y ya no sabía que hacer para cumplir sus peticiones.
Asintió levemente con la cabeza.
- Entiendo lo que dices -. Miró hacia abajo -. ¿Ustedes son pareja? -.
Ah, que tipo tan patético.
- No te importa, ua nos ibamos -. Habló firme Min YoonGi, para irse junto a su novio orgullosamente.
Al final, todos estabamos seguros de que aquellos dos hermanos iban a acabar mal.