Prologo

1.9K 98 28
                                    

Todo fue desde un principio tan irreal y lejano. La guerra resultaba efímera y distante, como si un gran manto de neblina nublara nuestro juicio, manteniéndonos en una ensoñación soporífera que nos resguardaba de las aberraciones que una contienda de tal magnitud conllevaba.
Sin embargo poco tiempo bastó para que las noticias de una posible invasión comenzaran a escucharse en el pueblo a modo de rumores que viajaban siendo divulgados en fragmentos tan incomprensibles como enigmáticos. La perplejidad que nos abordaba tan de repente —oprimiendo a nuestros temerosos corazones— nos inducia a rehusar toda posibilidad de una irrupción tan desafortunada, y depositando vagamente esperanzas en que la gloriosa libertad de nuestra patria se mantendría imperturbable, no hizo falta aguardar mucho para encontrarnos con el inexorable destino al que todos debimos sucumbir... fue ahí en donde el tiempo se manifestó como un enemigo tenaz, que atacando rápida y fragorosamente caló una cruel herida en lo mas profundo de nosotros, quitándonos la respiración y dilapidando la libertad de la tierra santa en la que habíamos desarrollado el mas ferviente amor.

La nueva realidad en la que nos veíamos inmersos no tardó en adquirir visibilidad, y en un abrir y cerrar de ojos comenzaron a desfilar por Holanda los tan desdeñables enemigos alemanes, engalanados en sus relucientes uniformes y ostentando sus semblantes victoriosos ante un Estado Neerlandés que con abatimiento había asumido la derrota.

¿Cómo iba a describir el dolor tan mordido que oprimía a nuestros pechos y rezagaba a nuestros espíritus, sin que un torrente de lágrimas desfigurase mi rostro?

La situación excedía todo límite de tolerancia, y el sentido común, que no podía mas que obedecer a la demanda de un corazón dolorido y acongojado por esperanzas magulladas, nublaba todo juicio en un frenético impulso de irracionalidad que pretendía confortar el ardor del deshonor durante pequeños instantes de tiempo en los que fingíamos ignorar aquella realidad en donde los Holandeses tuvimos que rendirnos ante su conquista, y dejando el orgullo de lado aceptar con resignación que de ahora en mas serian ellos los dueños de nuestra hermosa patria.

Eran mediados de Mayo de 1940 cuando los hechos y circunstancias dieron prueba irrefutable de que la conquista alemana era una realidad inminente. Desde que mi país natal habia pasado a convertirse en propiedad alemana, una continua angustia se encargo de mantenernos en vilo. Mi querida Holanda oscilaba en un estado de desesperación acongojante, y al igual que su gente cargaba el tumultuoso suplicio de haber caído ante el ejercito alemán.

El dolor y el resentimiento de perecer ante manos enemigas era expresado en un sinfín de sensaciones indescriptibles y en múltiples actos que eran el reflejo mismo de aquel gran pesar... los lamentos mas puramente sentidos eran provenientes del amor patrio que encandecía en nuestros adentros y se manifestaba con una vehemencia descomunal, el cielo mismo, teñido de un lúgubre gris reflejaba aquella libertad quebrantada que cual ardiente puñal penetraba en lo mas profundo del alma, y la fugaz lluvia se expresaba como las lágrimas de una Holanda que al igual que nosotros, sufría y clamaba por lo que le habia sido arrebatado.

Buenas dias lectores, dejo el prologo para que vallan familiarizandose con la historia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Buenas dias lectores, dejo el prologo para que vallan familiarizandose con la historia. Espero que la lectura sea de su agrado, y aprovecho este espacio para comunicar que voy a tratar de estar subiendo un capitulo nuevo dos veces a la semana. Besos!❤❤

Al límite de lo prohibido (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora