Hey Brother

Capítulo 9: El marginado de la clase

Durante cierto tiempo Atsumu también fue un chico que estuvo durante mucho tiempo solo, en realidad no le gustaba tener ese sentimiento de soledad; de alguna manera lo asfixiaba.

Y cuando era pequeño cada vez que pasaba eso sentía unas inmensas ganas de llorar, se contenía, no le daría la satisfacción a nadie de verlo llorar.

¡No era su culpa! Que esos niños no sepan jugar bien o no se quejen de que él está jugando mal no es su culpa.

Ir a una escuela "nueva" en donde en realidad no conoce a nadie y debe fingir ser alguien más... Es casi imposible.

Sin embargo ahí estaba él, con el estómago revuelto y tratando de llevar la mejor cara de culo que puede hacer. Porque la única manera para él hacer ese rostro inexpresivo es cuando está estudiando; porque usualmente no entiende casi nada.

A diferencia de casa en donde lo llevan en auto aquí Atsumu debía caminar y seguir las cosas.

Agotador sin duda alguna. Además de que debía esperar a sus amigos, bueno, los amigos de Osamu.

Eso llega a ser bastante confuso y tedioso, definitivamente.

—Buenos días, Myaa-san.

Al darse media vuelta se quedó petrificado.

Le estaba dando un condenado bi panic, Atsumu sabía que eso iba a pasar.

¡Por supuesto que si! Que Osamu sea un ciego que no aprecia la belleza cuando la ve no es su culpa, más bien es un completo idiota.

De las tres personas de quien se debe cuidar también son extremadamente guapas, de haberlos visto antes o en cualquier otro lugar sin pensarlo dos veces coquetearía con ellos.

¡Especialmente Akaashi! Aunque no le gusta mucho las ojeras y los lentes, eso opaca por completo la belleza de su rostro. Sin embargo, debajo de eso hay un chico con rasgos increíblemente espectaculares.

Ya sabía que era guapo por las fotos que tiene en Instagram, que a decir verdad no son muchas ya que en la mayoría son libros o paisajes, pero es que verlo en persona es otro nivel absolutamente distinto.

—¿Myaa-san, estás bien? —Preguntó con preocupación Akaashi.

—Ah, si, si. No te preocupes.

Los amables ojos del otro chico se vieron un poco confusos, pero decidió no insistir.

—¿Y como estuvo el campamento? —Decidió preguntar Akaashi—. ¿Te gustó?

—Bueno, la naturaleza es linda. —Atsumu se encogió de hombros.

Ellos empezaron a caminar rumbo a la escuela, tenían que seguir, se encontrarían a Suna en la escuela.

—¿Y las personas?

—Normal, nada del otro mundo.

—Suna me comentó que estuviste muy cercano a Ginjima-san ¿Es eso cierto?

—¿A Gin? Sí, preferiría estar con él l que con un desconocido.

Esta vez Akaashi lo observó de manera todavía más extraña.

—¿Pasa algo? —Cuestionó Atsumu inquieto.

Definitivamente no le gustan las personas analíticas, al menos de tenerlas de amistades no tanto.

Demasiado callados, demasiado tranquilos y demasiado introvertidos; nunca se sabe lo que piensan.

Lo peor es que tienes el presentimiento que dirán exactamente lo que no quieres escuchar y lo comentan de una manera tan simple que te da escalofríos; de alguna manera esperas el golpe y a su vez no.