Capítulo 37: Valentía

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Atsumu podía escuchar con total claridad los gritos de Bokuto, su amigo había sacado la cabeza del auto mientras sonreía de oreja a oreja

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Atsumu podía escuchar con total claridad los gritos de Bokuto, su amigo había sacado la cabeza del auto mientras sonreía de oreja a oreja.

Estaba cantando un montón de canciones que Atsumu no entendía ni la mitad de lo que decían.

—¡Quédate quieto idiota! —se quejó Kuroo tomando la camisa del chico de espalda ancha para volverlo a meter en el auto.

Mika se rio ante las locuras de ese par, por otra parte el novio de Mika puso los ojos en blanco.

—¿Qué pasa, Bro? —indagó Bokuto abrazando por los hombros a su amigo de cabello oscuro—. Es para animarnos, en honor a nuestro querido Oikawa.

—Idiota, Oikawa no está muerto —respondió Kuroo dándole un leve golpe en la nuca.

—Pero tal vez tú si por hacer cosas tan imprudentes —comentó Daisho que conducía la camioneta en donde estaban—. Además... ¿Por qué cantan cosas que no entienden?

En realidad ninguno sabía qué diablos decían esas canciones, pero Oikawa se las pasó para pasar un buen rato en la carretera en camino a su destino.

—Son mensajes subliminales —sonrió Kuroo con falsa inocencia.

Bokuto asintió de manera solemne y Atsumu trató de no reírse tanto, pero era inevitable.

—¿Para?

—Para que termines con Mika-Chan —afirmó Bokuto.

Su amiga se giró del asiento del copiloto mirándolos con seriedad, la sonrisa se borró de sus labios.

Los tres prácticamente le estaban arruinando su "velada romántica", pero ellos no dejarían que la chica se fuera a un viaje tan largo con esa lagartija. Además, la madre de la chica sólo le dio permiso definitivo cuando escuchó que irían ellos.

Así que su misión como tal es arruinar cualquier cosa que haga la parejita, prácticamente era la misión de Kuroo y Bokuto.

Atsumu de vez en cuando ayudaba con algo, pero no tenía muchas ganas.

Su cabeza estaba concentrada en la beca, el baile todavía no estaba como se lo había imaginado y no dejaba de practicar para que saliera bien; eso era lo que más le importaba.

Además de que faltaba alguien en su grupo, Oikawa todavía no regresaba de su intercambio así que las canciones debieron aportar en algo, él siempre se apropia del derecho de usar el reproductor de música.

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