Capítulo 35: Baila, baila, baila

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—Can we say goodbye to —murmuraba Atsumu mientras daba un paso y alzaba su mano derecha hacia arriba con delicadeza—

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Can we say goodbye to —murmuraba Atsumu mientras daba un paso y alzaba su mano derecha hacia arriba con delicadeza—. To the lies you told. You know I'm wiser.... I've been here before.

Nakamura estaba como piedra a su lado y luego se movió en puntillas.

I believed your stories —continuó ella a su lado imitando lo que hizo Atsumu—. At least the blind in me. You gave my eyes what they wanted to see

Un, dos, tres y salto.

I've lost my reality —siguió Atsumu, pero esta vez dando un paso fuerte hacia adelante—. I've lost everything in me...

Entre ellos se miraron y asintieron levemente.

You act like you're God And you're trying too hard —cantaron los dos, mientras Atsumu levantaba su brazo izquierdo y su compañera el derecho, los dos debían estar sincronizados—. But I need it, I was supposed to believe her. Now I'm back to believing.

I'm trying to be smart —Nakamura se adelantó dos y esperó a que Atsumu la siguiera.

But With a stake through the heart that I'm feeling —repitió los pasos Atsumu.

Cuatro, cinco, seis y vuelta.

Turning into addiction... —Los dos mostraron la palma de su mano y luego retrocedieron tres pasos—. Praying in your religion... Religion.

Siete, ocho, nueve y cae...

Atsumu soltó un grito lleno de frustración.

Se volvió a levantar, tomó posición y se miró en el espejo.

Su cabello estaba hecho un desastre y su rostro estaba repleto de sudor.

Nakamura y él volvieron a repetir la canción.

Un, dos, tres y salto.

Cuatro, cinco, seis y vuelta.

Siete, ocho, nueve y cae...

Volvió a gritar y pegó su mano al suelo.

Nada le estaba saliendo bien, ni los saltos o los movimientos complicados.

Tratar de sincronizar con alguien es una pesadilla y todavía más si es con alguien que no congenias del todo. Nakamura no es mala bailarina, todo lo contrario: su talento es devastador; sin embargo su dinámica es complicada.

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