Miya Atsumu siempre ha sido el centro de atención desde que tiene memoria.
Adora bromear con sus amigos, disfruta las veces que viaja con su madre y es bastante popular en la escuela.
Todo lo que desea lo tiene, bueno, la mayoría de las veces; él s...
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—Don't take yourself so seriously —murmuró Komori.
Hablaba de manera tranquila mientras movía sus brazos en conjunto con Kanoka.
—Look at you all dressed up for someone you never see. You're here for a reason but you don't know why —continuó la chica el ritmo.
Ahora los dos intercambiaban miradas entre ellos.
—You're split and uneven your hands to the sky —hablaron al mismo tiempo y se separaron.
Los dos seguían completamente concentrados el uno en el otro y tratando de evitar no tropezarse.
—¿Realmente no están saliendo? —cuestionó de golpe Nishinoya.
—No lo creo... De ser así Kanoka-Chan me hubiese dicho —respondió Tanaka.
Los dos chicos se quedaron observando detenidamente a la pareja de bailarines. El pelado estaba tratando de mirar de forma intimidante a Komori, a pesar de que este chico ni siquiera les prestaba atención.
Osamu se limitó a observarlos también, era el tercer día que ellos se la pasaban junto a los chicos del club de teatro; después de todo eran cinco días que estarían fuera del salón de baile. Ese era su castigo por causar disturbios.
Bueno, al menos para ellos. Osamu no pisaría ese salón a menos de que la profesora no esté, lo cual ahora es casi imposible.
Desde entonces se la ha pasado con sus compañeros de club, quienes son realmente compañeros de Atsumu.
Aunque se sienta con los de teatro a verlos bailar, es mejor para Osamu él no es bailarín.
Más bien nunca ha hecho algún baile.
Quienes estaban observando eran los chicos de teatro, que cuando descansaban era que los de baile podían practicar.
—¡Pero míralos! Con verlos juntos ya sospecharían algo... ¿No?
—No. —Esta vez quien contestó fue Ennoshita.
—¿Por qué no? —preguntó Nishinoya— ¿Acaso no ves las sonrisas que se dan?
Junto en ese momento se escuchó la risa de Kanako.
