La otra faceta de la Luna.

Capítulo 18. Facetas.

La risa que nació de Danny fue únicamente verdadera y cuando una pequeña lagrima se escapó de sus ojos azules, lo hizo un gesto único tanto para sí mismo como para quien lo contemplaba, en el primer caso en el simple sentido de que no reía así desde hace demasiado tiempo y de lo que no fue consciente hasta que recupero el aliento y se hayo mirando su plato ausente de comida y su copa media vacía.

Steve le había contado una anécdota de la que el incluso termino riéndose por lo divertido que le resulto el recordarla y que disfruto mucho más por la reacción que su cita tuvo al respecto. Se limpio el borde de sus labios con una servilleta y luego de seguir la dirección de la mirada de Danny, pregunta:

— y ¿Qué tal estuvo?

— voy a ser sincero...no ha estado mal —lo último provoca que Steve sobre actúe de forma exagerada y que lleve su mano a su pecho para fingir que ha recibido alguna especie de golpe— ha estado relativamente bueno —bromea Danny.

— ¿relativamente bueno? —cuestiona alzando las cejas y tomando su copa de vino para argumentar— me parece que alguien se ha quedado sin postre.

El rubio ríe con un movimiento de cabeza en negación en medida que al igual que Steve bebe de su copa de vino, descansando su espalda en la silla.

— para la próxima ocasión tu invitas y vemos quien gana —añade el moreno captando la atención de Danny.

— ¿Cómo que para la próxima? ¿Quién gana? —interroga confundido para pensarlo mejor y añadir— claramente estas en desventaja, soy muy bueno cocinando... a todo esto ¿Cómo es que sabes que lo hago?

Steve sonríe de vuelta al tiempo que se coloca de pies.

— hice mi tarea.

— ¿Qué tarea? —agrega siguiendo con la mirada— aguarda... ¿me investigaste?

— pregunte por ti, una cosa un tanto diferente —miente cuando claramente lo había hecho en un comienzo y ahora reciente para profundizar en ciertos aspectos— iré por el postre, ya regreso.

— eso es injusto y desventajoso —argumento un poco perturbado e intrigado por saber qué es lo que exactamente le han dicho de su persona, así como por su última palabra, esa de la que es capaz de hacerlo pensar en que no sabe más que lo que le han hablado de Steve. Por lo que una por una las pregunta se van apilando imaginariamente en su cabeza, esas que van desde ¿a qué se dedica? A ¿Por qué se distanciaron él y John? Hay hechos y facetas que desconoce y eso le preocupa, debido a que no quiere que la relación o lazo que están formando termine igual que el de su exesposa.

Detiene sus pensamientos cuando a través de la ventana y a la distancia le pareció ver una sombra entre los arbustos, hecho que lo impulsan a colocarse de pies y apartarse de la mesa para acercarse a la salida al jardín, donde se detiene para contemplar hacia el interior de la casa, específicamente hacia donde esta Steve, provocando que titubeara al salir, pero de todos modos lo hace.

La luna, así como la luz artificial de uno que otro foco o del interior iluminan un poco el exterior por lo que no se siente tan inseguro y mucho menos cuando tiene su arma entre sus manos. Examina el lugar sin encontrar más que nada un gato que corre hacia otra dirección y que le provoca un susto de los que se terminan maldiciendo, enfunda su pistola, determinando aquello como una mala jugada de su imaginación, sin embargo, la luz de la luna capto su atención.

— ¿Danno? —se ladea a mirarle al oír llamarle, encontrando a Steven bajo el umbral de la puerta con una expresión confundida— ¿Qué haces allí? ¿sucede algo?

El rubio vuelve a examinar su alrededor para simplemente explicarse.

— me pareció ver algo y salí... pero al parecer se trataba de un gato o la jugada de mi imaginación, la cuestión es que me ha dado un susto —una extraña sensación le recorre por la espalda y vuelve a girarse hacia el lugar que ha examinado— creo —agrega un tanto inseguro.