Capítulo 29. Hablemos.

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Su casa le pareció auténticamente desconocida, tenía mucho que pensar, idear un plan sin saber la certeza si quiera de lo que sucedería el día de mañana, tratar de solucionar las consecuencias de su propio error, uno que ni siquiera sabía cómo reparar, tenía opciones pero siempre que lo pensaba encontraba algo que le detenía, y es que si llamaba a Danny estaba seguro de que este no le contestaria, si iba a su casa tal vez no estaría allí, preguntarle a alguien sobre el no parecía de la mejor opción, mucho menos revisar su ubicación a través del dispositivo que tenía el reloj que le obsequio...

Suspiro, sintió que un segundo más caminando de un punto a otro en su casa, lo aniquilaría por lo que tomo las llaves de su todo terreno y salió de casa.

Condujo por las calles, viendo como el atardecer se acercaba provocando que el color del cielo lentamente fuera cambiando, para cuando llego al cementerio ya estaba casi completamente teñido de anaranjado y amarillo con distintas tonalidades a juego, y no fue hasta que estuvo frente a la tumba de su padre que se percató de aquello, sintiendo una leve brisa rodearle y acariciarle la piel.

Lentamente se arrodilla frente a la pequeña placa, esa en la que el nombre de su padre está grabado, acariciando con sus dedos cada una de las letras.

Le extrañaba, especialmente en circunstancias como en las que se encontraba, su consuelo de que todo estaría bien, sus regaños, sus abrazos...

Estuvo allí hasta que el ultimo rayo del sol ilumino el cielo y la oscuridad comenzó a apoderarse de todo, solo fue en ese instante que se colocó de pies dispuesto a macharse cuando su celular emitió un sonido distintivo de la llegada de un mensaje. Busco el aparato en el bolsillo de su pantalón y apenas poso sus ojos en la pantalla el nombre de Daniel logro distinguir.

El mensaje era de Danny, en este lo primero que leyó fue una dirección, y las siguientes tres palabras.

"tenemos que hablar"

Un sentimiento de esperanza nació en Steven y luego de releer el mensaje por segunda vez simplemente se dirigió hasta el lugar que le había señalado, nervioso volvió a conducir y no fue hasta que logro distinguir aparcado el auto de Williams, que una parte mínima de su ser se tranquilizó. Estaciono su camioneta y tras bajar se percató de la ausencia del detective por lo que lo busco con la mirada, logrando distinguirlo tal como cuando Matt lo invito a celebrar su reencuentro, apartado de todos, de pies, muy cerca de la orilla del mar.

Lentamente se fue acercando hasta él, hasta quedar un par de pasos detrás de quien se mantenía contemplando las olas desaparecer en la arena.

— nunca imagine realmente que nos encontraríamos, y la verdad —comienza a hablar Danny sin girarse a verle, simplemente seguro de que se trata de Steven— soñé contigo muchas veces, incluso recuerdo haberle suplicado a Matt porque nos volviera a presentar... —lentamente se gira a verle— cuando irónicamente solo compartimos una noche.

— no fuiste el único —se atrevió a responderle a lo que Danny le ofreció una sonrisa— nunca lo fuiste.

El silencio simplemente se apodera del momento en el que lo único que hacen es contemplarse el uno al otro, y lo que Steve aprovecha para confesarle:

— sí, llegue con las intenciones de acabar con tu vida, pero créeme cuando te digo que comencé a dudarlo casi apenas pasamos tiempo juntos... —detiene sus palabras al ver a Daniel caminar hacia él y pasar por su lado, dirigiéndose hacia donde están los autos estacionados, Steve lo sigue con la mirada.

— he alquilado un cuarto —informa señalando un pequeño motel al otro lado de la calle— creo que lo mejor es que lo hablemos adentro.

Contempla el edificio y luego vuelve a centrarse en él, limitándose a aceptar la invitación con un movimiento de cabeza para comenzar a seguirle hasta el lugar. El edificio tan solo de dos pisos esta casi desolado y si no fuera por la poca iluminación que había podría haber estado abandonado, entran al recinto sin mucho problema y se encaminan hacia las escaleras que resultan estar expuestas y ser de metal, un recuerdo le invade, se asemeja mucho al lugar al que fueron cuando se conocieron por primera vez.

La otra faceta de la Luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora