Capítulo 22. Aceptación.

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La duda se había instaurado en el como una espina que se estaba clavando en su piel y la que le terminaría provocando un malestar si no era removida, en esta ocasión sabe perfectamente como quitarla, pero tal como un pequeño niño que le teme al dolor, no quiere sacar.

Tiene opciones, claro que sí, solo que sospecha que no conseguirá mucho preguntándole directamente, además tiene un par de acontecimientos que se lo advierten, tales como el ocurrido cuando estaban en la ahora antigua casa de John, mas específicamente el vaso que ninguno de los dos había preparado con hielo y el que no quisiera comentarlo con los demás, el que cargara con un arma... 

Suspira, por otro lado el sabe lo fácil que es mentir y pretender ser alguien, la experiencia se lo hace aun mas fácil, y esta bien, tiene la duda con respecto a Steven, pero la otra es ¿Qué pinta tenia en todo el embrollo? y ¿por que Owen lo señala como alguien peligroso para el?...su mente es un caos.

Contempla el florero hecho añicos, comprendiendo la razón del porque lo hizo, "si él viene, podre ser salir sin ser perseguido por Daniel, porque estará ocupado explicándose por lo sucedido con el florero ante Steven ya que no dudara en venir de prisa" y claro que Owen estaba en lo correcto, apenas el sonido se hizo presente Steve entro en la casa, preocupado y llamando su nombre "—nada grave, solo un gato—" se excuso acariciándose la nuca y viendo los restos del objeto.

Así que ahí estaba recogiéndolos con una escoba y una pala los trozos de vidrio percatándose de paso que su mentira de que lo había hecho un gato no podía ser descubierta, cuando dicho animal inculpado justo en ese mismo instante se asomó por una ventana entreabierta, consiguiendo que Steve se acerca al felino para acariciarlo y tomarlo entre sus brazos.

— oh, amiguito has sido un poco malo hoy —le dice sin dejar de darle cariño al gato blanco que parece estar muy a gusto— ¿tenía un valor especial? —pregunta dirigiéndose a el rubio quien alza la mirada.

— no, era solo un florero —"que podría hasta ser un revelador del futuro", pensó de modo sarcástico para sí mismo y que luego lamento. 

Se deshizo de los restos de vidrio, para acercarse a la entrada principal y enunciar:

— bueno, ya vine por lo que había olvidado —informa haciendo sonar el llavero de la casa que dejo la tarde de ayer— así que ¿nos vamos? Ninguno quiere hacer esperar a Kono ¿cierto?

Steve lo sigue con la mirada al tiempo que depositaba al gato en el suelo.

— ¿te habías olvidado las llaves?

— estaba un tanto nervioso que simplemente se me quedaron —confiesa Danny, recordando la ventana abierta— tendrás que volver a tomar al gato para sacarlo —señala pasando por un costado de Steve para cerrarla, así como también asegurar la puerta que va hacia el jardín— oh, también iba a...

— te ibas a cambiar de ropa ¿cierto? —cuestiona.

— la verdad, en un comienzo sí —confiesa restándole importancia— He olido a ti todo el día y eso empezaba a incomodarme un poco —confiesa luego de estar vistiendo dos prendas de ropa del otro y haberse duchado, así como compartido fragancias.

Steve alza una ceja por tal honestidad.

— y ¿Qué te hizo cambiar de opción? —se aventura a preguntar— nadie lo notara, por cierto.

Williams se queda quieto unos segundos y luego se gira a verle, sintiendo como esa espina llamada dudas reaparece incrustándose imaginariamente aún más en su pecho, "¿Qué sabes del?" la pregunta bajo el tono de voz de Owen se adueña de sus pensamientos "¿Qué se yo del?" se cuestiona a si mismo Danny, sintiendo que no necesita la respuesta, porque lo sabe desde hace unos días, del actual Steve no sabe nada, y no es esa ausencia de saber, sino que hay cosas, pero solo las que le han dicho, además de espacios en blanco que puede comparar como un guion incompleto, y es consciente de que a base de eso nada se puede sostener. 

La otra faceta de la Luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora