Capítulo 5. Situación.

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Estaba tan seguro de haberla visto entre los arbustos, luego de revisar con la mirada que a Danny no le haya pasado nada, asegurándose que estuviera bien y señalándole al mismo tiempo que lo apartaba de su cuerpo que llamara a sus compañeros mientras él se encargaba de asegurar el área, inevitablemente desenfundando su arma en presencia del detective, el que se muestra pasmado, reacción que ignoro, para salir de la casa.

Fue entonces que se detuvo en el jardín frontal de la casa encontrándose con aquella mujer que no veía hace un par de meses y la cual le guiña un ojo antes de bajar su arma y desaparecer sin siquiera darle tiempo a reaccionar.

— creo que deberías de reconsiderar la idea de tomar un baño de sales o que se yo para quitarte la mala suerte que tienes encima, Williams —opina Lou, logrando que Steve abandone sus pensamientos y se centrará en quienes invaden el jardín delantero de su casa.

Ya se encontraba un equipo realizando un peritaje e examinando el lugar.

— tal vez.

Responde el rubio mirando de reojo a Steve, quien se percata y luego apartar la suya hacia Lou, el que por su parte entre los tres hace como que no se ha percatado de aquello.

— por cierto, Steve, lamento lo de tu casa —dice para evitar que se llegue a formar un silencio incómodo y refiriéndose a donde se ha incrustado la bala, lugar al que los tres se giraron a ver— por otro lado ¿Vieron o notaron algo extraño en ese pequeño lapso?

Danny entreabre sus labios para referirse a lo del vaso de agua, que ahora ya no se encontraba sobre la mesa de centro del living, sino que, en la cocina, debido a que Steve se lo había llevado antes de que llegaran los demás. Por su parte, Steve lo predice de antemano y le interrumpe.

— no —niega, por ambos logrando que el rubio se gire a verle— nada fuera de lo normal.

Lou asiente con la cabeza lentamente desviando sus ojos del uno al otro, hasta que quienes están examinando el lugar donde la bala se incrustó y buscando pistas de la responsable, le llaman pidiendo su presencia.

— disculpen —dice antes de encaminarse al interior de la casa, dejándolos a ambos solos cerca de la entrada y salida del jardín.

No es hasta qué está hablando con los demás que Steve se atreve a dirigirse a Daniel, o esa era su intención hasta que él es quien se adelanta preguntando:

— ¿por qué no le has dicho sobre el vaso?

— porque yo lo prepare.

El rubio lo contempla con una expresión de cuestionamiento, porque es consciente de que no es así, dado a que estuvieron todo momento juntos, alza sus manos para expresar:

— sabes que es mentira, además ¿Cómo es que cargas un arma? se supone que ya no eres un Seal o sea lo que fueras, así que ¿por qué traes una?

Steve no sabe qué responder, pero tampoco es como si quisiera hacerlo, lo que deja en claro cruzándose de brazos y luego ladeándose, viendo la posibilidad de marcharse para hablar con Lou.

— no es algo que te incumbe, Danny.

— no es algo que me incumbe —repite el nombrado, fingiendo asombro y haciendo un leve puchero con sus labios al tiempo que asiente lentamente con un movimiento de cabeza— deberías de darte cuenta por ti mismo que si lo es, cuando estaban amenazando mi vida o la tuya, o cuando tu padre en las últimas pláticas que tuvimos sospechaba que algo te pasaba y eso está despertando sospechas ahora en mí.

— ¿De qué hablas? —cuestiona Steve, deteniéndose y mirándolo.

Danny sabe que una cosa y la otra no tienen nada que ver, pero hay algo de Steve, que no le agrada y que en un comienzo lo había ignorado, lo que es diferente ahora con los hechos donde encubre una acción y porta un arma, y además de recordar las charlas que tuvo con John, en otro lugar de la casa.

La otra faceta de la Luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora