Epilogo.

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Siempre le pareció hermosa la tranquilidad que le trasmitía ese lugar en específico, en especial por el cómo el color verde del césped terminaba por encontrarse con el azul del cielo, nunca se lo comento, pero aun así en esa ocasión tampoco lo hizo. En ambas manos traía dos ramilletes de flores que compro camino al lugar, pero que con cierto esfuerzo deposito aun costado de cada placa, la primera era de John McGarrett y la segunda de Steven McGarrett.

Ya había ocurrido más de dos semanas de los hechos y para el todo ese tiempo se sintió como si el tiempo se hubiera detenido...

— sabia que te encontraría aquí —habla alguien detrás de él, consiguiendo que abandone sus pensamientos y que se gire a verle— hola, Danny.

Harry Langford le ofrece una sonrisa al tiempo que se posiciona a su lado y contempla los nombres escritos en las placas.

— lamento lo ocurrido con él —añade.

— pensé que te habías ido ayer con Greco —comenta Danny sin dejar de mirarlo.

— no podía hacerlo sin entregarte esto —dice sacando del bolsillo de su pantalón la placa de 5-0 de Daniel Williams, a quien no se había entregado dado a que había obstruido una investigación y la cual según Greco le costaría su carrera policial.

— pensé que no la volvería a ver —comenta Daniel sin tomarla de las manos que se las ofrecen— y también que no volvería a ser detective.

— ¿lo dices por lo que dijo Greco? —cuestiona Harry alzando una ceja— pues luego de la escena que hizo contigo, créeme cuando te digo que es al único que realmente debería preocuparse.

— ¿van a tomar represarías contra él?

— si no las quería no debió tratarte de la forma en la que lo hizo —señala Harry, logrando que Daniel recuerde como fue el interrogatorio que le hicieron y donde Greco actuó muy impulsivamente, gritándole y casi golpéalo— por cierto, tienes un buen equipo, todos dijeron exactamente lo mismo; tú eras el secuestrado.

Williams aun examina la placa sin tomarla y de ello también se percata Harry.

— no somos perfectos Danny, todos cometemos errores y a veces no está mal mentir.

— ¿Cómo dedujiste que todos me estaban cubriendo?

— porque antes trabajamos en un caso juntos y porque sé que no desarrollarías síndrome de Estocolmo —dice refiriéndose a la frecuencia que ha visitado este lugar.

Daniel por primera vez en el día sonríe y finalmente toma la placa.

— bueno tengo un vuelo aguardando por mi —dice Harry mirando la hora en el reloj de mano que tiene puesto.

— y yo un abogado esperándome —comenta el detective.

— ¿algo de lo que tenga que preocuparme?

— nada, solo quiere entregarme algo...

Ambos salen del cementerio comentando cosas con respecto a la inesperada visita de uno de ellos y como es que de algún modo le ha gustado el clima de la isla, y una vez que están a las afueras del recinto se despiden el uno del otro con un gran apretón de manos para marcharse en distintas direcciones.

Danny iba camino a la casa de los McGarrett, dado que el abogado le había pedido que se reunieran allí, por lo que concentrado en el camino recordó también como fue el decirle todo lo ocurrido a su hermano, quien no reacciono para nada bien y se culpo de todo como si el hubiera sido el villano de la historia cuando nunca lo fue.

— ¿lo odias? —pregunto Matt luego de que el silencio se hizo entre ellos dos.

El mayor de entre ambos contemplo a sus hijos jugar a la distancia, antes de decir:

La otra faceta de la Luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora