Capítulo 6. Preocupación.

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El rostro de Steve es neutro por unos segundos, lo que pasa desapercibido para los demás debido a la llegada de Lou, quien alegra el ambiente y divierte todos por sus comentarios, pero que a pesar de haberlo logrado con ellos no lo hace con Danny, quien hasta para Steve luce totalmente agotado, una vez que está de regreso.

— bien, niños —interrumpe— llegó la hora, su madre los espera... despídanse de todos.

Los pequeños hacen lo indicado por el adulto, para luego dirigirse los tres hasta el coche gris donde en el interior ya les espera la exesposa del detective.

— el destino no está para nada al favor de Williams, últimamente —comenta Lou al aire— Rachel, la mujer a la que acabas de ver Steve, piensa que no es adecuado que los niños pasen demasiado tiempo con su padre debido a su labor —explica al encontrarse con los ojos de Steve— no sé qué es lo que realmente espera, es como muy obvio que ser policía implica correr riesgos, pero esa no es razón alguna para querer quitarle la custodia compartida de los niños.

— solo está preocupada, Lou —opina Kono.

— y exagerando —agrega el nombrado al tiempo que se cruza de brazos— no me agrada.

— no eres el único—comenta Chin.

Steve solo los contempla y realiza una nota mental al respecto de lo que acaba de oír.

Acallan sus comentarios al ver de regreso a Danny, quien deja escapar un suspiro una vez que está reunido con ellos, llevándose a la vez una mano al cabello para peinarlo.

— bien, Danny —comienza Lou, juntando sus manos por delante— debido a los acontecimientos ocurridos el día de hoy, eres libre de escoger a cualquiera de mis chicos para que te resguarde la espalda por esta noche.

— no —se niega rápidamente.

— no seas necio y acepta la ayuda, Daniel —habla Chin, contemplándolo directamente a los ojos— debemos tomar, por lo menos una medida, para demostrarle a Rachel lo equivocada que está...

— no.

— Danny...

— entonces ¿por qué no te quedas en mi casa por esta noche? —propone Steve, sin más.

Todos vuelven a girarse a verle, pero en especial Danny, quien hasta luce casi anonadado.

— n...

— si lo aceptas, Danny —le interrumpe Lou— juro por una semana pagarte el desayuno, almuerzo y cena.

— yo darte clases de surfear —propone también Kono— gratis.

Danny parece meditarlo por unos segundos, el es capaz de comprender la preocupación de sus amigos, no está muy a gusto con sus propuestas, pero luego de tales chantajes, debe de admitir que la idea le es mejor.

— lo haré... —acepta finalmente consiguiendo expresiones y exclamaciones de alivio por parte de los demás, al mismo tiempo que piensa el preferir eso a tener a alguien en frente de su casa cuidándolo y llamando la atención de sus vecinos.

.......

Cada vez que podía, lo miraba de reojo, sin que se diera cuenta para no molestarle o provocar una disputa, pero de cierto modo el silencio absoluto por parte de él, desde que se subieron a su camioneta y luego se dirigieron a su casa, dejaba en claro que estaba molesto, por lo que llegó a suponer sobre Danny, que el silencio era su medio para advertir que ya no estaba para ningún tipo de broma, mucho menos con lo que tuviera que ver con su auto, esa era la razón de su mal estado anímico, debido a que se había visto obligado a llamar a los del seguro para que reparan los daños de este, quienes le señalaron que tendría que aguardar por dos días para tenerlo de nuevo, lo que incluso le afecto hasta en la cena en compañía de los demás integrantes de la unidad que tuvieron luego de que le dijera adiós al camaro.

La otra faceta de la Luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora