Capítulo 2. Malentendidos.

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Se acercó escuchando a medida que lo hacía como hablan al parecer de un caso donde habían encontrado a una persona sin vida en un cuarto de hotel, y del que no estaba muy interesado, por lo que no les interrumpió, sino que aguardo en silencio.

— bien, iré con Jerry, para que me diga cómo ha ido con la información que le hemos pedido —indica Lou.

— yo voy con Max —habla Kono.

— vamos contigo —le sigue Chin, indicando que Steve también va con ellos.

— entonces yo voy a hablar con la familia de la víctima... —comienza a decir Danny.

— no —le interrumpe Chin y lo que consigue que todos se queden quietos— todos hemos acordado que te quedas aquí.

Steve pestañeo incrédulo y confundido más al ver como todos los demás asienten, logrando que el rubio parezca desesperarse ante semejante sentencia por parte de todos.

— ¿por qué? —increpo Daniel, alzando un poco los brazos— no me digan que es por lo sucedido hace un par de días atrás.

— colocaron una bomba en tu auto, lo hicieron estallar —explica el nativo, consiguiendo el asentimiento de cabeza por parte de Lou y Kono— hace dos días se metieron a tu casa a robar, casi te atropellan...

Steve no puedo evitar pensar que no era el único que estaba detrás del rubio, apenas escucha los incidentes.

— lo están exagerando —se defiende Danny— tal vez solo se trata de una racha de mala suerte y, además, están olvidando que se defenderme y cuidarme por mí mismo.

— estamos preocupados por ti, Daniel —habla Lou, centrando sus ojos en el nombrado.

El de menos estatura murmuro por lo bajo cosas que ninguno de los demás alcanza a oír y lo que de algún modo a Steve, le parece una divertida reacción.

— entonces... —comienza a decir consiguiendo que todos lo miren— porque no voy yo con él a hablar con Max, y, tú y Kono van con la familia de la víctima.

Su sugerencia parece ser aceptada por Lou, Kono y Chin, pero no por parte del rubio que se gira a ver a sus compañeros de trabajo.

— no —niega Danny.

— bien —acepta Lou, por los demás— solo espero no oír que te arrepientes después, McGarrett.

— es ¿en serio? —cuestionó el rubio siendo ignorado por los demás, los que se van por distintas direcciones haciendo caso omiso de sus protestas— es como si tuviera un niñero, chicos se defenderme....

Steve por su parte se cruza de brazos y sonríe más que nada por diversión, que por estar comenzando a realizar el trabajo por el que debe de relacionarse con Danny.

— y tú ¿Por qué sonríes? —le interroga una vez se ha percatado de cómo le mira— ¿Qué es lo que te parece tan divertido?

El más alto solo alza los brazos y agacha la cabeza, para dejar escapar una risita por semejante reacción.

— sabes... no, mejor olvídalo y ni me molesto en pelear, vamos a ver a Max —comenta comenzando a dirigirse hacia donde está el doctor.

No es hasta que han caminado por un par de pasillos que llegan a la oficina del doctor, donde no lograron hallarlo y por lo que pasaron a la sala anexa, donde lo encontraron examinado el cuerpo de un hombre de aproximadamente cuarenta y tantos, sobre una mesa metálica, al que ambos miran de reojo para dirigirse a quien lleva una bata blanca.

— detective Williams —saluda al rubio y luego a Steve, a quien le sonríe— es un gusto volver a verte, Steve.

— ustedes... ¿se conocen? —pregunta Danny, señalándolos a ambos.

La otra faceta de la Luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora