꧁ El hijo de Aizawa ꧂ (TransMaleReader)

Cap 28

Tardé un poco, pero pude tranquilizarlo.

Pasé su brazo por mis hombros y no lo solté en ningún momento mientras bajábamos.

No volvió a hablar, pero no puedo presionarlo para que me diga nada.

-Kirishima, ¿Are you okey? ¿Qué ocurrió allí arriba?

Traté de separarlo de mí para que pudiese hablar a solas con el sensei y yo ir con los demás, pero lo único que ocurrió fue que me tomó con fuerza para que no me fuese.

Sin mirar a Mic a la cara, apretó la mandíbula y negó con la cabeza.
Sigue sin querer hablar.

El rubio suspiró y nos indicó ir con Recovery. Aún quedaba más de media hora de clase pero era obvio que ninguno lucharía de nuevo.

Pasé la mano por su cintura para agarrarlo mejor y avanzamos hacia la estructura principal.

Pasamos al lado de Deku y Katsuki. Miré a ambos y les sonreí para tranquilizarlos, en cambio Kiri sólo miró al cenizo y le hizo un gesto de que estaba bien.

-Kirishima...

El nombrado no hizo caso al llamado del de ojos rojizos y siguió caminando mirando al suelo.

Oímos los pasos de Bakugo siguiéndonos y luego el grito de Present Mic de "Aún no termina la clase, come here!".

Maldijo y volvió con los demás protestando.
El pelirrojo apretó con fuerza los ojos y lo único que pude hacer fue abrazarlo y sonreírle para que entienda que todo estaría bien.

---

-Bueno, no hay nada más que pueda hacer por ustedes. Iré con la clase B, confío en que no harán nada estúpido.

Recovery trató de ponerle algo de humor al momento, pero la única respuesta de mi amigo fue una sonrisa triste. No se ve tan bien, y el que esté sentado en esa camilla encorvado mirando al suelo, no ayuda.

-Gracias.

Fui el único en responder.

Esperé a que la anciana se fuese y me acerqué a él lentamente. No quiero exaltarlo.

Tomé asiento a su lado y le sonreí como pude.  
Fui el primero en hablar y lo hice con la voz más reconfortante que pude.

-Eijirou, ¿Ya estás mejor?

Aún mirando al suelo, asintió levemente. Su mirada estaba apagada.

Tragué saliva algo nervioso.
No sé reconfortar a la gente, maldita sea.

-¿Quieres decirme qué ocurrió allí?

Sonrió de manera casi imperceptible y llevó su mano a al rostro, masajeando sus ojos algo irritados.

-No soy un niño, bro.

Su voz no es como la de siempre. Algo esta mal con él y no sé cómo ayudarlo.

Me mordí el labio tratando de pensar en qué decirle.

-Sabes que puedes confiar en mí. Si algo esta mal, no debes guardártelo. Tus amigos siempre te apoyarán, lo sabes. Tú me ayudaste mucho.

Se humedeció los labios y suspiró sin levantar la mirada ni quitar su mano.
Sentí una presión en el pecho.

-No es nada. Nada importante, sólo tengo que superarlo y ya.

Su voz se estaba ahogando de nuevo, seguramente tiene un nudo en la garganta, y aún así dice que "no es nada".

Me paré de mi lugar y me agaché frente a él, quedando cara a cara con la esperanza de que finalmente me dirija la mirada.