꧁ El hijo de Aizawa ꧂ (TransMaleReader)

Cap 30

Me desperté algo mareado por el sonido insistente de la puerta.
Me levanté de la cama sin ganas, y fui al espejo para comprobar si estaba "decente".

No era así, pero ya qué.
Me até el cabello, aclaré mi garganta y me masajee un poco el rostro para verme más "normal".

Apenas podía ver algo con la miserable luz que se colaba entre las cortinas.

Antes de que el golpeteo cese, abrí la puerta.
Sonreí automáticamente y lo saludé alegremente.

-¿Qué hay, Kiri? ¿Necesitas algo? Estaba durmiendo, siento haber tardado.

Me miró de pies a cabeza algo sorprendido mientras yo bostezaba. Estoy en pijama y sin binder, supongo que es extraño.
Aunque él tampoco estaba en uniforme, hasta llevaba unas crocs rojas.

Me oculté un poco detrás de la puerta.
No quiero que vea mi cuerpo, no ahora que lo estoy odiando tanto.

-Oh, lo siento. Creí que no estarías porque ibas a patrullar con Aizawa-sensei.

Me reí un poco. Mi garganta aún raspaba y necesité aclararla disimuladamente.
Además de que así evité que se cristalicen mis ojos.

-Si eso fuese verdad, ¿por qué estarías aquí?

Me sonrió y me tomé el tiempo de observar su hermosa sonrisa.
Le tengo envidia por poder sonreír así, y a la vez me alegra por la misma razón.

-Como sea, yo ya estaba por cambiarme para ir con ustedes a clase.

Mentí, incluso olvidé configurar mi alarma y preparar un uniforme limpio anoche.
Además de que casi no pude dormir.
Se rascó la nuca y miró algo dudoso al suelo.

-Sobre eso... Dijeron que mañana iremos a entrenar a una especie de terreno en el campo. Estaremos allí todo el día.

Eso no lo sabía.
Tal vez lo dijeron en la clase de Mic luego de que nos fuimos...
Como sea.

-Entiendo. Y... ¿Qué tiene que ver con que estés en mi puerta, cachorro abandonado?

Se rió ante mi broma y cuando levantó la mirada, su visión se desvió hacia el interior de mi cuarto.

-Sólo quería verte y...

Su expresión cambió casi al instante.
Agh, debí cerrar la puerta.

Mi habitación parece un basurero. Con todo lo que esta pasando no me detuve a ordenar desde el lunes, y no estoy de humor para hacerlo nunca. Apenas y tengo la voluntad para bañarme.

Aclaré mi garganta para que vuelva su mirada hacia mí y siga hablando.

-Oye, ¿Quieres que te ayude con eso? De todas formas te iba a decir si querías faltar a clase junto con Denki, Sero y Blasty.

Se asomó una sonrisita sincera en mis labios.
Una pequeña alegría nació en mi pecho, siempre quise saltarme clases con amigos pero nunca pude porque no tenía amigos y sólo me hablaba Orión-sensei.

-Déjame cambiarme, y entras.

Sonrió con emoción. ¿Qué pasa con ese buen humor tan contagioso?
Es como un sol brillante.